“Aunque entendemos y apoyamos el foco del gobierno al combate del COVID-19 en Canadá, estamos sorprendidos por la duración de la extensión de la prohibición para los cruceros”, dijo la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA, por su sigla en inglés) en un comunicado.
Para CLIA, la reactivación de los cruceros no ha sido algo imposible, y prueba de ello ha sido el mercado europeo. En países como Alemania, Italia y Grecia, se han realizado trayectos con medidas de seguridad como la aplicación de pruebas de COVID-19 a todos los pasajeros y personal previo al abordaje, cuarentena mandatoria para el personal antes de cada viaje y otras precauciones ya conocidas, como el uso de cubrebocas y el distanciamiento.
Sin embargo, la certeza necesaria podría venir hasta que se cuente con un avance extendido de las campañas de vacunación.
“Los cruceros no han regresado ni regresarán pronto en la medida en que la vacunación no avance en Estados Unidos –de donde salen prácticamente todos los cruceros que llegan– ni en México”, considera Gerardo Herrera, académico de la Universidad Iberoamericana. “Hay un turista que está dispuesto a arriesgarse, pero se haría lógico el requerimiento de una vacuna para abordar”.
De momento, en México poco se sabe del protocolo sanitario con el que operarían los cruceros, a pesar de que el propio secretario de turismo, Miguel Torruco, apuntó a su existencia.
“Hace dos días se dio a conocer, a través de la Secretaría de Salud, el protocolo de cruceros, que nos los había estado solicitado la presidenta de la Asociación de Cruceros de Florida y el Caribe (…) Lo están homologando con el criterio norteamericano, similar al nuestro”, dijo en una conferencia el pasado 30 de septiembre.