Aunque la compañía –como todo el sector hotelero– afronta adversidades como las restricciones de emisores clave como Estados Unidos y Canadá, espera que la reactivación de este tipo de viajeros ocurra de manera rápida que la del viajero low cost. A ello responde la planeación de desarrollos de esta categoría para una apertura en un par de años.
El directivo asegura que parte de la tendencia orientada al segmento de lujo responde al conocimiento del mercado que tiene el presidente de la compañía, Carlos Ancira, quien, a través de Strategic Hotel Capital, tuvo a su cargo complejos emblemáticos como el Four Seasons de la Ciudad de México. Además, el grupo administra marcas como Hyatt, Hilton y Marriott, que se suman a Ibis y su marca propia, Krystal.
Sol y playa
Al prometedor panorama para los destinos de lujo en los siguientes años se suma la ambición de la compañía de crecer en el segmento de playa. Con 58% del portafolio en este tipo de destinos –que ha ido ganando terreno con la marca Krystal–, la empresa busca crecer en un segmento que, además de resiliente, es rentable.
“Para este nivel de productos, los desarrollos son en terrenos exclusivos, caros. A la hora de hacer la inversión, el nivel total de inversión va de 300,000 a 500,000 dólares la llave. Pero las tarifas comienzan en 330 dólares y hacia delante”, afirma el directivo.
Con este nivel de tarifas, a ocupaciones de entre 60% y 70%, los niveles de retorno de inversión son de alrededor de 10% en dólares, siendo un índice atractivo para los inversionistas, asegura Medina Elizalde.
Para poner en marcha esta fórmula, la compañía parte de un aumento de capital de 500 millones de dólares que fue aprobado por sus accionistas el pasado octubre, a través de la emisión de 125 millones de acciones.
“Estos recursos principalmente serán destinados para buscar oportunidades en destinos estratégicos”, dice.
Para este año, el grupo sólo tiene proyectada la apertura del complejo SLS en Cancún, aunque está cerca de finalizar un complejo Hyatt Regency en Insurgentes, en la Ciudad de México –de 250 habitaciones– y recién inició la construcción del Breathless Tulum Resort & Spa en Tulum.
De los 24 complejos que la compañía tenía en operación al cierre del tercer trimestre de 2020, siete eran de categoría Gran Turismo, de los cuales tres eran propiedad del grupo al 100%.