Lo anterior era parte de una estrategia diseñada por funcionarios de la administración pasada y presentada apenas seis días antes del cambio en el ejecutivo. El plan, explican fuentes involucradas, fue discutido con el entonces equipo de transición, pero desconocen las razones por las cuales no fue continuado.
La producción de gas en el país a cargo de la estatal Pemex ha visto una caída continua desde el 2009, sin que hasta ahora haya logrado un revés. Las rondas petroleras, el instrumento estrella de la reforma energética, pretendían revertir la baja en la extracción del energético.
Pero la primera acción en materia energética del gobierno de Morena fue la cancelación de las rondas 3.2 y 3.3. Ambas ponían a licitación 46 áreas en Tamaulipas, Tampico-Misantla, Cuencas del Sureste y Burgos, esta última continuación de Eagle Ford, un play ubicado en Texas con gran potencial de extracción de gas.
Pero el presidente López Obrador decidió poner pausa a los ejercicios petroleros bajo el argumento de que las compañías ganadoras de los contratos no habían mostrado resultados, pero también se coló un ingrediente ideológico: las zonas a licitar en las rondas canceladas son no convencionales, es decir, necesitan de fractura hidráulica –o fracking– para poder ser explotadas.
“Sí había un plan para la extracción de gas. El plan quinquenal 2019-2025 de licitaciones preveía la licitación de 128 bloques de exploración y extracción de hidrocarburos, incluidos áreas de yacimientos no convencionales ricos en gas natural, localizados en Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas. Este gobierno suspendió las licitaciones y canceló las asociaciones de Pemex con empresas privadas, lo que ha comprometido seriamente la producción futura de gas”, reclamó el Cluster de Energía de Coahuila en un comunicado.
El anterior equipo de la Secretaría de Energía había proyectado una producción mayor a 7,000 millones de pies cúbicos de gas hacia 2029. Pero para esto las rondas tenían que haber continuado por al menos 15 años y con un ritmo de licitar más de 60 áreas contractuales anuales, admite Aldo Flores Quiroga, exsubsecretario de Hidrocarburos y uno de los responsables de la estrategia.
“No es que fuera culpa de a, b, o c, los yacimientos estaban agotándose. Nuestra perspectiva era que debía promoverse la exploración y producción de gas natural, tanto de Pemex y a través del proceso de licitaciones", dice Flores Quiroga.
En rondas anteriores, como la 1.3, diseñada en exclusivo para las empresas mexicanas, se licitaron algunos campos maduros productores de gas, pero hasta ahora la producción aún es menor.
Datos de diciembre pasado de la Comisión Nacional de Hidrocarburos señalan que los privados producen 112 millones de pies cúbicos diarios de gas, mientras que la estatal Pemex suma 4,623 millones de pies cúbicos diarios del energético.
Las opiniones sobre las expectativas de las rondas se dividen entre quienes aseguran que se trataba de la solución para aumentar la producción doméstica y quienes califican de optimistas las cifras planteadas para que la reforma energética fuera aprobada.
Las licitaciones y la producción no serían suficientes, se admite en un documento del anterior sexenio. Las importaciones provenientes de Estados Unidos, a las que ahora México se ha hecho dependiente, deberían continuar, pero en menor medida, toda vez que era prácticamente imposible que el ritmo de producción nacional alcanzara el crecimiento en la demanda.