“Tenemos dos unidades, de operación ferroviaria y división intermodal, que ha sido la más golpeada por la pandemia”, explica Francisco Fabila, gerente general de Ferrovalle.
La empresa comenzó a ver una caída en la llegada de contenedores primero desde Asia, a inicios de marzo, y luego en otras industrias clave para Ferrovalle, como la cementera. Sin embargo, a partir de octubre se comenzó a ver una recuperación que derivó en un crecimiento de 8.7% en la carga transportada en 2020 respecto a 2019.
Aunque el directivo advierte que parte de estas cifras se debe a que la naturaleza del segmento ferroviario es de última milla –es decir, desahogar la carga desde contenedores para su transporte, principalmente en la Zona Metropolitana del Valle de México–, también da cuenta de un entorno de demanda para el cual es necesario invertir.
Por ello, una parte de las inversiones se dará para aumentar la extensión de vía, pues se requiere de una mayor infraestructura para recibir contenedores y mercancías cada vez de mayor tamaño, a un ritmo mayor, que incluso a llevado a que los ferrocarriles que llegan a la terminal intermodal de la empresa lo hagan de manera diaria, “casi cada hora”, afirma Fabila. Por ello, los tiempos de recepción son un indicador clave en el que se busca mejorar.
En este rubro, la empresa también participa como proveedor en el transporte de material para la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, en la base aérea militar de Santa Lucía. Esto se da luego de que la empresa prestara los mismos servicios para la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) antes de su cancelación.
Las inversiones superan a los gastos en capital realizados el año pasado, por 190.5 millones de pesos, y forman parte de un total de hasta 530 millones de dólares que la industria estima inyectar en el transcurso del año.