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Los anfitriones de Airbnb vuelven al alquiler tradicional debido a la crisis

La pandemia se tradujo en una pérdida neta de 4,600 millones de dólares para Airbnb y en una disminución de 41% en las reservaciones realizadas a nivel global en 2020.
vie 19 marzo 2021 05:00 AM
Ciudad de México
De acuerdo con una encuesta realizada por Airbnb en México, 62% de los anfitriones tienen un empleo de tiempo completo y parcial, y 2% son estudiantes, pero una cuarta parte de los entrevistados son jubilados (15%) y desempleados (10%).

Hasta antes de la pandemia, Alejandro creía tener contemplados todos los posibles imprevistos como anfitrión de Airbnb. Debido a que parte de la hipoteca de su departamento en la colonia San Pedro de Los Pinos se pagaba del alquiler de una de las habitaciones, ya sabía que debía tener un ahorro adicional cuando los flujos de viajeros bajaban en septiembre, e incluso se adaptó al breve golpe que resultó en la demanda por la entrada del impuesto sobre el hospedaje en la Ciudad de México.

Pero la pandemia tiró por la borda meses de planeación y ahorros. La cancelación de las reservaciones, que comenzó desde la primera semana de marzo de 2020, que para finales de mes se tradujo en dos meses completos sin un solo huésped. A ello se sumó un golpe de más de 31,000 pesos en reembolsos, dinero que si bien Alejandro no había gastado, tampoco estaba totalmente disponible, pues Airbnb ya había cobrado una comisión de hasta 16% a las reservaciones.

“Para abril me di cuenta de que esto iba para largo. Seguir rentando la habitación me generaba más costos que ganancias”, explica, por lo que logró conseguir un roomie por algunos meses.

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Para Gonzalo, quien renta un departamento completo en la colonia Narvarte, la primera solución fue rentar su inmueble como un lugar para hacer home office o por estancias largas, que no resultó debido a lo que él considera una mala racha en la Ciudad de México.

“Primero fueron los semáforos rojos, y luego todos los que se atrevían a salir de sus casas mejor se iban para la playa”, lamenta Gonzalo, un actuario de profesión, pero que se ha dedicado al negocio del alquiler por dos décadas.

Luego de seis meses de intentar rentar el espacio bajo este formato, el segundo semáforo rojo que azotó a la ciudad en diciembre le dejó claro que era mejor ofrecerlo en alquiler tradicional como un departamento amueblado, que aún no se ocupa debido a la sobreoferta de inmuebles y al precio de las rentas.

“Dicen que el turismo puede levantarse a finales de este año; si lo rento bajo, imagínate, me comprometo con eso un año, porque nadie quiere firmar contratos por menos”, señala.

Un problema global

Durante 2020, la pandemia se tradujo en una pérdida neta de 4,600 millones de dólares para Airbnb, y una disminución de 41% en las reservaciones realizadas.

Sin embargo, no hay números claros sobre la pérdida de anfitriones en México, donde la compañía confía en que la plataforma es usada para generar ingresos extra, como apoyo a otras fuentes de ingresos.

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“En cuanto a los anfitriones, ellos son personas dedicadas a diversas ocupaciones que antes y durante la pandemia han contribuido al desarrollo económico de sus comunidades. Los resultados de una reciente encuesta hecha a anfitriones arrojan luz sobre el perfil de esas personas. La mayoría de ellos tienen otras ocupaciones además de ser anfitriones en Airbnb”, dijo el área de comunicación en una respuesta escrita a Expansión.

De acuerdo con esta encuesta realizada en México, 62% de los anfitriones tienen un empleo de tiempo completo y parcial, y 2% son estudiantes, pero una cuarta parte de los entrevistados son jubilados (15%) y desempleados (10%).

Para ayudar a los anfitriones, la compañía lanzó un fondo que se financiará inicialmente con 9.2 millones de acciones de Airbnb, que recientemente se convirtió en empresa pública. Cuando la aportación inicial alcance un valor de 1,000 millones de dólares, se empezará a invertir en su comunidad.

“El fondo se dedicará a cuestiones como formación o recursos económicos, entre otras iniciativas pensadas para ayudar a los anfitriones a seguir hospedando, lo cual ha sido, desde el nacimiento de Airbnb, una de sus grandes prioridades”, indica la empresa.

Pero para los anfitriones el futuro no es tan alentador, pues consideran que tomará al menos un par de años para que puedan volver a la plataforma, si es que lo hacen.

“Ahora que la gente pueda volver a viajar con lo de la vacuna, adonde se irán primero va a ser a la playa, ¿no? Con odas esas ganas de viajar lo más probable es que elijan destinos exóticos. Para los de la ciudad va a estar difícil”, concluye Alejandro.

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