Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores, atribuyó este incremento al aumento de la movilidad social, a las promociones comerciales de las armadoras y sus redes de distribución, así como a la apertura de los pisos de venta en mercados clave como la Ciudad de México, Estado de México, Puebla y Morelos.
“El resultado de marzo fue superior a la expectativa de la AMDA de 83,684 unidades”, dijo Rosales.
La mayoría de las marcas –20 de las 30 que reportan mensualmente sus ventas a Inegi– registraron mayores ventas en marzo. Entre las marcas de volumen, Jac fue la que más creció: 128% comparado con marzo de 2020. Otras, como Subaru y Mitsubishi reportaron incrementos superiores a 70%. Suzuki logró un incremento de 56% y Hyundai de 48%.
Entre las marcas premium, hubo tres que registraron incrementos notables: Jaguar prácticamente triplicó sus ventas, mientras que Volvo y Audi las duplicaron.
Aunque los directivos de las marcas prevén mayores ventas este año, la escasez global de semiconductores, que ha afectado el abasto de varios modelos a los pisos de venta, además de la “lenta” recuperación económica y los retrasos en el programa de vacunación alentarán el restablecimiento de las ventas de autos nuevos. “Transcurrirán varios años para recuperar los niveles pre-pandemia”, dijo Rosales.
Pese al resultado positivo de marzo, las caídas de enero y febrero afectaron el cierre trimestral. Entre enero y marzo, el sector comercializó 259,013 vehículos, 12.7% menos respecto al primer trimestre del 2020 cuando vendieron 296,731 unidades.
La AMDA prevé cerrar el año con poco más de un millón de unidades vendidas, un incremento de alrededor de 10% respecto a las 949,353 comercializadas en 2020.