El lanzamiento de la marca fue el 28 de marzo de ese año, en un concesionario propiedad de Grupo Zapata, que también distribuye otras marcas en el país como Ford y Mazda. Giant Motors, donde la familia Massri también es accionista, habilitó una línea de ensamble dentro de su planta de Ciudad Sahagún, Hidalgo, para armar los dos primeros modelos que se venderían en el país.
Jac arrancó en México con la meta de alcanzar un volumen de ventas anual de 10,000 unidades a partir de 2022, bajo un modelo de negocio centrado en los segmentos de entrada: consumidores de entre 19 y 39 años que buscan modelos a precios competitivos. Los dos primeros modelos que presentó Jac en México, por ejemplo, fueron un SUV y un crossover, con una etiqueta por debajo de los 300,000 pesos.
El reto de vender el 'made in China'
Pero conquistar nuevos clientes en México no ha sido sencillo. Durante sus primeros meses en el mercado mexicano, los distribuidores de Jac lidiaban diariamente con los cuestionamientos sobre la calidad de los modelos.
“La gente llega con mucha curiosidad, piensan que van a encontrar algo mal hecho, de mala calidad. Jalan las manijas, mueven las facias para ver si no se van a desbaratar”, dijo en 2017 Eugenia Solís, entonces gerente comercial de Grupo Zapata.
Tras la incursión fallida de Faw en el país, en 2007, el mercado mexicano quedó con ‘un mal sabor de boca’ por la baja calidad de los autos y la poca disponibilidad de refacciones.
“Sabíamos en lo que nos metíamos al introducir una marca china a un mercado en donde había habido una mala experiencia previa con modelos chinos”, dijo a mediados de 2019 Isidoro Massri, director de Jac México.
Para desdibujar el cuestionamiento sobre la calidad de los modelos chinos, la marca ha insistido en el 'Hecho en México', ha promovido las pruebas de manejo entre los clientes potenciales y ha diseñado una garantía de cinco años. Giant Motors Latinoamérica también construyó una estructura financiera que soporta la comercialización de los modelos: bancos que otorgan financiamiento, compañías de seguros y proveedores en México que surten las refacciones.
“No puedes vender en México un coche solo por ser coche: tiene que venir con su plan de financiamiento, su garantía, quién surta las partes, quién lo ensamble”, dijo Massri.