Gonzalo del Peón se ha enfrentado a muchos retos en la hotelería de playa. Pero la prueba más difícil para el presidente de AMResorts ha sido la peor crisis de la historia para el sector turismo, que llegó con la pandemia de coronavirus.
La cadena tuvo que cerrar por meses sus 69 hoteles de lujo: los 14 que están en tierras europeas –España, Francia y Grecia–, los 13 en las costas del Pacífico, los 11 en República Dominicana y los 31 en las playas de México. Y en medio de un escenario incierto, AMResorts fue obligado a replantear sus prioridades y formas de trabajar, ante las medidas para tratar de frenar los contagios de covid-19 y las restricciones de viajes de algunos países, que provocó que 2020 cerrara con una caída de turistas de 54.3%, que se traduce en la pérdida de 12.9 millones de viajeros y 13,548 millones de dólares en divisas, según datos del INEGI.
A diferencia de países como Costa Rica, donde el gobierno apoyó a las empresas para que ‘bajaran la cortina’ sin prescindir de trabajadores, en México no hubo programas federales de ayuda. “En cierto modo, nos forzaron a abrir más rápido para tratar de bajar el costo de tener cerrado y pagar el salario al personal. Pero tuvimos mucho apoyo de los inversionistas y decidimos asumir el riesgo porque nos iba a salir más caro tener cuartos vacíos”, explica Del Peón.