Hermosillo señala que, ante el poco movimiento en la compra venta de las acciones de Bio Pappel en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), el modelo de financiamiento en el mercado de capitales no tiene mucho sentido para la compañía, dado que no les permite una significativa captación de recursos.
Por ahora, Bio Pappel, la empresa de Miguel Rincón, tiene una estrategia definida: construirá dos plantas para atender el aumento en la demanda de empaques corrugados impulsada por el incremento del comercio electrónico. La primera, ubicada en Dallas, Texas, en Estados Unidos y la otra en Tizayuca, Hidalgo, en México.
El 80% de las ventas del primer trimestre de este año procedieron del segmento de papel café y empaque, lo que compensa la baja de ventas en el de papeles de impresión y escritura, que se vio afectado por clases en línea y el cierre de oficinas.
La papelera obtuvo un alza de 5.2% en sus ingresos de enero a marzo de este año, a 7,211 millones de pesos. Por el contrario, su flujo operativo decreció 5% a 1,201 millones, de acuerdo con los datos de su estado financiero.
“La empresa no se pierde mucho al salir de la Bolsa. A la compañía le ha ido bien aunque ha tenido resultados positivos en sus operaciones financieras y no veía beneficios al tener una oferta pública. Tiene algunos créditos contratados que le ponen restricciones, como fusionarse con un tercero y deben mantener el control de la compañía, y estas limitantes les restringen la ventaja de ser una empresa pública”, afirma Iván Santiago, director general y de inversiones de BlackBull Advisors.