Hay bronca en el sector automotriz debido a las normas aprobadas en el T-MEC, el nuevo tratado comercial entre los tres países de Norteamérica. Estados Unidos discrepa con México y Canadá sobre las reglas relativas al envío de automóviles, mientras que las empresas y los gobiernos de estos dos países le están diciendo al gobierno de Joe Biden que está poniendo en riesgo el éxito del pacto comercial.
El desacuerdo radica en la forma de calcular el porcentaje de un vehículo que proviene colectivamente de los tres países, explican a Bloomber personas familiarizadas con el asunto que pidieron el anonimato. El acuerdo entró en vigor en julio pasado, reemplazando el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, o TLCAN, pero las nuevas reglas de origen están diseñadas para una implementación gradual a lo largo de tres años.
¿Cuál es el conflicto? Estados Unidos insiste en establecer una forma más estricta de lo que México y Canadá creen haber acordado para el recuento del origen de ciertas partes fundamentales, como motores, transmisiones y sistemas de dirección, dijeron las personas. Eso dificulta que las plantas en México y Canadá cumplan con el nuevo umbral de 75% de contenido regional, superior al 62,5% que figuraba en el TLCAN, como requisito para exportar los vehículos sin pagar impuestos.