La recuperación del sector hotelero tras el golpe de la pandemia ha sido selectiva. Por una parte, los destinos de playa han recuperado turistas a gran velocidad e incluso algunos ya han tenido ocupaciones cercanas a los niveles de 2019. Del otro lado están los destinos de ciudad, que aún padecen la ausencia de los viajes de negocios y eventos masivos. Y luego está el segmento de lujo, donde empresas como RLH han encontrado oportunidades.
Esta empresa, la única pública del sector hotelero mexicano enfocada en el segmento de lujo, estimaba para este año una rápida recuperación y sus más recientes informes financieros dan cuenta de ello: con ventas por 1,308 millones de pesos (mdp) en el segundo trimestre –9.2% más que en 2019– y tarifas promedio 30% por arriba de los niveles prepandemia, ve en el actual entorno las bases para crecer.
RLH Properties se mueve en las categorías de cuatro y cinco estrellas: espacios, atención y alimentos premium. Por ello, y a diferencia de otras compañías hoteleras cuyas estrategias se basan en abrir complejos por decenas, el plan de crecimiento de RLH Properties tiene un solo nombre: Hotel Rosewood Mandarina, en Riviera Nayarit. La apuesta por este proyecto es tal que la compañía anunció un aumento de capital por 2,907 millones de pesos en mayo pasado, dinero que será destinado, principalmente, para su construcción.