Llegar a ese punto es un reto que parece complicarse cada vez más. El AIT padeció los efectos de la pandemia en niveles devastadores, teniendo una contracción de 78% en el tráfico de pasajeros el año pasado, pasando de 580,469 a 130,140 usuarios, su nivel más bajo desde 2005, de acuerdo con los reportes anuales de Aleatica, concesionaria con 49% del complejo. Estos datos le alejan cada vez más del máximo histórico alcanzado en 2008, cuando atendió a 4 millones de pasajeros.
A la fecha, sólo la aerolínea regional TAR opera vuelos desde Toluca hacia Querétaro, pues otras como Aeroméxico, Volaris, Interjet y más recientemente Viva Aerobus han abandonado el complejo, dejándole con un reducido nicho de pasajeros.
“Esto tiene que ver con un proceso que ya se venía dando, y que la pandemia aceleró”, afirma Roberto Montalvo, académico de la Universidad Iberoamericana. “Desde hace unos seis o siete años se han ido movilizando las aerolíneas al AICM, y ahora que salió Interjet se abrieron otros slots que aprovecharon”, explica.
Para Fernando Gómez Suárez, analista del sector aéreo, la salida de aerolíneas comerciales también responde a una duplicidad de costos como la instalación de mostradores o personal, entre otros, optando por concentrar sus operaciones en el AICM, y dejando Toluca con nichos de bajos volúmenes.
“El aeropuerto tiene potencial, cierto, pero el mercado no está ahí”, explica. “Es una terminal especializada en aviación ejecutiva, pero ese nivel de pasajeros es reducido”.
En este entorno, el aeropuerto de Toluca pareciera un caso perdido, pero esto no ha frenado los planes del gobierno federal por hacerse de la totalidad de las acciones del complejo para su integración al sistema aeroportuario metropolitano.
En agosto de 2019, Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México firmó una carta de intención para adquirir la participación de 49% de Aleatica en Administradora Mexiquense del Aeropuerto Internacional de Toluca. La transacción preveía concluirse para el primer trimestre de 2020, pero fue demorada por la pandemia.
En junio de 2020, GACM y Aleatica informaron que el proceso seguía en revisión, una postura que continua en pie. “En cuanto a la venta de las acciones de Aleatica, en realidad no ha habido un cambio”, informó el área de comunicación de Aleatica a Expansión.
“El gobierno federal estaría prácticamente rescatando al aeropuerto, porque el valor de la empresa se derrumbó tras la salida de las aerolíneas”, considera Gómez Suárez. “Seria conveniente vender cuanto antes. En lo que se reactiva presuntamente el aeropuerto de Toluca con nuevos vuelos u otros anuncios, pasará mucho tiempo; ahorita no hay mercado”.
Para Montalvo, la terminal aún tiene potencial para atender ciertos destinos, que de momento permanecen varados ante el efecto de la pandemia, que ha llevado a las aerolíneas a apostar por las rutas de mayores volúmenes, como en los segmentos de playa.
“Tiene ciertas áreas para conectar a la zona del Golfo y hacia el norte del país, pero son rutas que ahorita no están funcionando. Quisiera pensar que parte de este nuevo reacomodo con el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles hará que se muevan las estrategias”, afirma.
Expansión se puso en contacto con el Aeropuerto Internacional de Toluca para conocer su estrategia para atraer a nuevas aerolíneas y otros temas tratados en este texto, pero la dirección general se rehusó a ofrecer comentarios.