La producción de vehículos en México cayó 21.4% en agosto comparado con el mismo mes de 2020. Con este resultado, los fabricantes hilan tres meses con números negativos frente a 2020, debido a la escasez de semiconductores.
Guillermo Rosales, director general adjunto de la AMDA, afirmó que esta desaceleración de la producción global de vehículos ha impactado la tendencia de recuperación en la venta de unidades nuevas. “En los últimos meses se ha desacelerado la curva de recuperación lograda a partir de febrero de este año. Ahora estamos empezando a ver una tendencia de estancamiento”, detalló.
Prácticamente todas las armadoras se han visto impactadas por la escasez de chips, que se espera se prolongue más allá de la segunda mitad de 2022.
“Los fabricantes ahora no tienen visibilidad sobre cuál será el abasto de chips y eso les impide planear la producción hacia los siguientes meses, por lo que las redes de distribuidores no saben cuál es la disponibilidad de vehículos. Esto es crítico sobre todo porque nos acercamos al último trimestre del año, que suele ser el de mayor demanda”, dijo Rosales.
Esta incertidumbre ha impulsado a los distribuidores a reducir en 100,000 unidades su expectativa de ventas para este año, de casi 1.07 millones de unidades a principios de año hasta los 1.06 millones.
Marcas como Mazda y Volkswagen ya han advertido sobre bajos niveles de inventario en sus pisos de venta. “Los pisos de venta ahora están prácticamente vacíos. No tenemos vehículos en exhibición porque los que llegan se venden”, dijo la semana pasada Miguel Barbeyto, presidente de Mazda en México.
“Ahora tenemos un inventario de alrededor de 30 días, una tercera parte de lo que solíamos tener”, dijo Edgar Estrada, director de la marca Volkswagen en México. “No estamos pudiendo abastecer toda la demanda que tenemos”, añadió.