Los datos de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores muestran que las ventas de automóviles pequeños y baratos se han reducido en el último año. Entre enero y agosto de 2020, los automóviles que costaban menos de 250,000 representaron 31.3% de las ventas totales de automóviles nuevos. Para 2021, esa cifra fue de 29.4%.
El problema se reduce a las ganancias. “Los automóviles muy pequeños que funcionan con motores de combustión interna no cumplen con las regulaciones de emisiones en otras regiones (como Europa). Para que sean viables, tendrían que electrificarse de alguna manera. Pero hacerlo los hace más caros”, explica Guillermo Rosales, director general adjunto de la AMDA.
Un ejemplo es el Chevrolet Spark, que en 2015 se ofreció en México también en una versión eléctrica que costaba medio millón de pesos, el triple que la versión a gasolina.
Ahora el mercado de los autos pequeños ha quedado en manos de un puñado de fabricantes asiáticos, como Hyundai, Suzuki y Nissan, que aún mantienen opciones de este tipo en su portafolio de productos. También Stellantis ha dejado un pie en el segmento de los citycars con su Fiat Mobi.
Si bien aún quedan algunas opciones de estos modelos en el mercado mexicano, los coches pequeños también podrían desaparecer en aquí en la siguiente década.
El presidente de Nissan en México, José Román, señala que la marca podría tener que despedirse de este segmento en el mediano plazo. “Lo que está pasando a nivel mundial es que la gente está migrando a coches un poquito más grandes. El citycar, el pequeñito, va a ir desapareciendo del mercado. Por regulaciones vamos a tener que abandonar estos segmentos. No digo hoy, pero en 10 años no creo que exista un citycar”, afirma en entrevista con Expansión. “Ciertamente el March ahora se vende muchísimo, pero el futuro es irse hacia modelos más grandes. El Versa o el Kicks [un SUV pequeño] podrían ser el nuevo nivel de entrada para nosotros".
Esto no significa que los fabricantes hayan renunciado por completo a los coches eléctricos pequeños. A nivel global, están el Honda E y el nuevo Fiat 500 electrificado. Pero ambos tienen un alcance relativamente corto en comparación con los autos eléctricos más grandes, de 137 y 199 millas, respectivamente. Esto ha limitado sus ventas en mercados con muchos kilómetros de territorio, como Norteamérica, donde el 78% de los clientes espera un alcance de 300 millas o más de los vehículos eléctricos, según una encuesta de J.D. Power.
“Creemos que en el futuro un cliente preferirá un crossover pequeño eléctrico antes que un hatchback eléctrico, que probablemente ofrecerá un menor alcance debido a su menor espacio para las baterías”, afirma Gerardo Gómez, director de J.D. Power en México.
Pero los coches más baratos son valiosos para atraer a los compradores jóvenes a una marca y fidelizarlos. Algunos de los especialistas consultados dicen que al optar por vender vehículos más caros, los fabricantes de automóviles se arriesgan a dejar fuera a los clientes más jóvenes.
Para Román la clave estará en el financiamiento. “Lo importante ya ni siquiera es el precio, sino la capacidad de pago mensual que tienen el cliente. Que esa mensualidad sea competitiva”.