Julíán Fernandez, jefe de análisis de Bursamétrica, comenta que la estrategia tiene una buena perspectiva después de que la empresa se mostrará protectora con las unidades que inauguraba y, por ello, no pensaba en cerrarlas de forma definitiva.
“La estrategia es hacerse chiquitos y es acertado. Se tardaron en hacerlo porque han estado gastando más de lo que ingresan y por eso traen arrastrando estas pérdidas netas desde hace cuatro años y si no terminan con este reporte de pérdidas, no se volverá una empresa atractiva para los inversionistas. Necesitan reestructurar completamente su forma de trabajar y este es el primer”, declara.
Los esfuerzos de la operadora de restaurantes para hacer frente a la pandemia también la llevaron a cerrar oficinas corporativas y renegociar las rentas de los locales de otras de sus marcas, con lo que logró ahorros de 37%, de acuerdo con su estado financiero de 2020.
El proyecto de las cafeterías de Nescafé, que buscaba un porcentaje del mercado de las cafeterías premium, ahora dominado por Starbucks, no logró consolidarse. Era un proyecto en desarrollo que no pudo sobreponerse al cierre de la economía de 2020.
Ahora, con un tamaño mucho menor que Alsea, su principal competidor, Corporación Mexicana de Restaurantes se ha centrado en fortalecer las cadenas que tienen un mejor desempeño, además de los canales de servicio a domicilio y para llevar.
La estrategia de recuperación avanza y las compañía cerró el primer semestre del año con una facturación de 1,144.3 millones de pesos. La cifra es 9.3% mayor de los ingresos del mismo periodo de 2020, pero aún está 17% por debajo de la facturación de 2019, el año previo a la pandemia.
Al cierre del primer semestre de 2021, la deuda neta de CMR se ubicó en 1,715.0 millones de pesos. En lo que va del año, se llevaron a cabo inversiones por 14.6 millones de pesos que se orientaron a mantenimiento, reemplazo de equipos y remodelaciones.