“Para sobrevivir, las aerolíneas han reducido drásticamente los costos y adaptado su negocio a las oportunidades disponibles” dijo Willie Walsh, director general de IATA, durante la asamblea general de la asociación, que se lleva a cabo en Boston, Estados Unidos.
“Hemos superado con creces el punto más profundo de la crisis. Si bien siguen existiendo problemas graves, se vislumbra el camino hacia la recuperación”.
Los mercados domésticos tienen la mejor expectativa, esperando que este año cierren a un 73% de los niveles pre COVID-19, y para 2022 alcance un índice de 93%. Sin embargo, la demanda internacional se estima para el cierre de 2021 a un 22% de los niveles previos a la pandemia, que para el siguiente pasaría a un índice de 44%.
Para este año, se espera que la demanda a nivel mundial –medida en pasajeros por asiento-kilómetro disponible– se mantenga a 40% de los niveles de 2019, que subiría a 61% para 2022.
Con ello, la previsión es que en 2021 se transporte a alrededor de 2,300 millones de pasajeros, que pasarían a 3,400 millones de usuarios para 2022, un nivel similar a lo registrado en 2014, pero todavía alejado de los 4,500 millones de pasajeros de 2019.
En el segmento de carga aérea, que ha tenido una reactivación mucho más acelerada, IATA prevé que cierre 2021 con un 7.9% arriba de los niveles de 2019 en cuanto a carga transportada, que pasaría a un alza de 13.2% para 2022 respecto al mismo periodo.