Un grupo de 50 personas recorre los pasillos de Sam's Club. Se aseguran de que todo esté en orden y colocan los carteles con los precios de las ofertas. Lo hacen en todas las categorías, incluida la de alimentos frescos, pero esta noche las protagonistas aguardan en la entrada de esta sucursal de avenida Universidad, en la Ciudad de México. Las pilas de cajas de pantallas son las que dan la bienvenida a los clientes, que aguardan fuera el inicio de la temporada de descuentos más importante del año: el Buen Fin, que desde 2019 se convirtió para Walmart en el Fin Irresistible.
A las 10 de la noche, la tienda ha cerrado sus puertas, pero lo hará sólo durante un par de horas. En ese tiempo, las revisiones a los anaqueles se hacen frecuentes. Los trabajadores se agrupan y se dan ánimos para esta jornada, que comenzará a medianoche y que no terminará hasta que el último cliente abandone la tienda. Alguno de ellos lo harán con una pantalla Samsung de más de 29,000 pesos, o con alguna de las marcas de menor precio y que pueden encontrarse hasta por 3,500 pesos.
A las 11 pm, la gente fuera de la tienda comienza a agruparse. A diferencia de 2019, el año prepandemia, la fila para entrar a la sucursal luce más corta. Apenas se cuentan 20 personas, todas con cubrebocas.