Los productores de vino quieren su propia regulación. El Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV) impulsa la creación de una norma oficial mexicana (NOM) para el sector, que ahora se apega a las reglas que aplican para todas las bebidas alcohólicas que se producen y venden en el país.
Hans Backhoff, quien preside el CMV, afirma que, junto con el gobierno, el organismo impulsa la creación de una norma especializada para que, en caso de que en el futuro existan otras regulaciones o cambios en las generales, la industria evite posibles afectaciones.
“Especializar [las normas] nos hace mucho sentido, pero sin sobrerregular, porque de nada nos sirven dos normas que tengan lo mismo. Queremos una NOM que lo simplifique todo y que nos lleve a regular la parte comercial, la de etiquetado, la parte técnica y, con ello, empezar a formar un bloque que proteja y promueva el vino mexicano como tal”, afirma.