Legisladores y productores destacan que de los países que conforman la Organización de Cooperación de Desarrollo Económicos (OCDE), sólo México, Chile, Corea del Sur e Israel cobran el impuesto Ad Valorem.
Gerardo Novelo, senador de la bancada de Morena y uno de los impulsores de la iniciativa, explica que con el cambio pretenden que los pequeños productores tengan “piso parejo” para competir con las grandes empresas que producen vinos, destilados y cervezas de forma industrializada.
El legislador detalla que, al gravarse el contenido de alcohol y no el precio, los pequeños productores pueden tener mayor flujo de capital para invertir en sus operaciones y no en los temas administrativos. También hay un beneficio fiscal, dado que el erario obtendría una recaudación adicional de 20,000 millones de pesos, sin la necesidad de incrementar los impuestos, ya que cierra el mercado informal para quienes falsifican facturas o comercializan bebidas ilícitas.
“Esta medida beneficia a la cerveza artesanal, a los vinos, al tequila y otros destilados, ya que el sistema actual no es justo para los productores porque esta alta carga impositiva actual no les permite ser más productivos y competitivos en el mercado, por el contrario, afecta a toda la cadena de valor”, declara el morenista.
Cristina Barba Favá, directora de Acermex, declara que la cerveza artesanal tiene una participación de mercado de 0.84%, con un crecimiento anual de 7.5%, sin embargo, con el cambio en la modernización del esquema este porcentaje podría elevarse al que tienen mercados como el estadounidense, que es de 13.6% por año.
La representante de los cerveceros artesanales considera que de aceptarse esta iniciativa les permitirá entrar al mercado con un precios justos y competitivos, mientras que se abrirán nuevos canales de venta ya que ahora su costo es más elevado frente a las bebidas industrializadas