El fabricante japonés produce en el país cinco modelos diferentes, pero la mayoría de ellos corresponden a los segmentos que han perdido inercia en Estados Unidos, el principal mercado de exportación.
"El segmento de los sedanes en Estados Unidos, sobre todo el de los subcompactos como Versa, prácticamente ha desaparecido. En México y Latinoamérica aún continúa la demanda. También mandamos a Israel y a otros mercados de Medio Oriente. No son volúmenes muy grandes, pero es una buena alternativa producir para estos mercados en el corto plazo", dice Mario Zamora, director de calidad, investigación y desarrollo de Nissan Mexicana. “En el mediano plazo, vamos a buscar alternativas para traer nuevos modelos que se acoplen a la demanda del mercado, ya sea nuevos modelos o simplemente sumar nuevas opciones de motorizaciones a los existentes”, añade.
Nissan anunció a finales de noviembre un plan de electrificación, denominado Ambition 2030, que contempla una inversión de 16,000 millones de euros (18,000 millones de dólares) para el desarrollo de 23 modelos electrificados para 2030, 15 de ellos completamente eléctricos. El resto serían híbridos o e-power, estos últimos son impulsados por una batería, pero que se recargan a través de un motor de gasolina.
Aunque los primeros vehículos eléctricos son producidos en plantas de Nissan en Japón –como el Leaf y Ariya–, conforme más modelos empiecen a llegar a producción, haya necesidad de que las plantas actuales se reconviertan para abrir espacio a estos autos.
"El plan es reconvertir las plantas que ya se tienen. La planta que ya inició una reconversión es la de Tochigi, Japón. En México tenemos tres plantas con vocación exportadora y eso nos da una ventaja a la hora de asignar proyectos", dice Zamora. “La apertura que tenga el gobierno mexicano, para desplegar la infraestructura, será fundamental para atraer estos proyectos”, añade.
Hace siete años, para impulsar la venta de su Leaf, el fabricante japonés invirtió millones de dólares en la instalación de centros de recarga y cabildeó en diferentes instancias del Congreso por incentivos. Pero la venta de su modelo eléctrico no ha logrado despuntar, debido a que el despliegue de la infraestructura de recarga aún es limitada y tampoco hay incentivos fiscales para su compra. En medio de este contexto, el fabricante japonés ha decidido dar un giro a su estrategia y apostar por los híbridos de rango extendido.
"Nosotros tenemos una visión cero emisiones. Hay mucho recorrido para llegar a ello, hay que alinear la oferta con la demanda. Pero la industria tiene una velocidad de reconversión muy rápida. Ya anunciamos la tecnología e-power y ese es el camino que vamos a seguir en México", afirma Joan Busquets, vicepresidente de Manufactura de Nissan Mexicana.
La e-power fue presentada por primera vez en Japón en 2016. El modelo Note fue el primero que incorporó esta tecnología y este año las ventas acumuladas globales superaron las 500,000 unidades. En 2021, Nissan introdujo en China un Sentra e-Power. En México, se espera que la tecnología permita "democratizar" el acceso a los coches que funcionan con baterías y alinear la operación local con el objetivo global de Nissan de lograr la neutralidad de carbono en todas sus operaciones y productos para 2050.