La escasez de semiconductores empezó a trastocar la dinámica automotriz desde finales de 2020 y el problema ha escalado a tal grado que prácticamente todos los fabricantes han agotado sus inventarios de vehículos. “Estamos vendiendo lo que se va produciendo”, dice Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA). “Este no es un problema exclusivo de México, es un fenómeno global”.
El último trimestre del año solía ser el mejor, en términos de ventas, para el sector: entre octubre y diciembre se desplaza alrededor del 30% del total del volumen de un año. Pero en los últimos meses, varios fabricantes, como General Motors, Nissan y Volkswagen, han tenido que parar sus plantas debido a la falta de componentes con chips. Esto se ha visto reflejado en el volumen de ventas.
La gráfica ya dibuja una línea por debajo de los pronósticos mensuales. La AMDA había previsto vender 79,000 unidades en octubre y el resultado final quedó 3% por debajo. En otros años, las ventas promedio de la industria durante octubre, noviembre y diciembre superaban las 100,000 unidades.
“Hoy la capacidad que tenemos como industria nos da para abastecer alrededor de 80,000 unidades mensuales”, señala Rodrigo Centeno, director de mercadotecnia de Nissan Mexicana, la marca más vendida en el país.
Aún no hay una luz que indique que el sector esté cerca de salir del túnel. A mediados de año, los distribuidores predecían que el desabasto de chips estaría superado para el primer trimestre de 2022. Algunos analistas más optimistas incluso hablaban de finales de este año. Pero más de un fabricante ya vislumbra que la crisis se prolongará durante todo 2022.
“Creemos que seguirá habiendo falta de semiconductores durante 2022”, apunta Gerardo Macías, gerente de ventas de la división de autos de Suzuki en México. “Es un hecho que esto continúa. Seguramente va a seguir siendo un tema para la industria durante el año que viene”, agrega Maru Escobedo, CEO de BMW México.
Hasta ahora, las ventas de vehículos nuevos acumulan 834,486 unidades y el pronóstico ajustado de la AMDA prevé que en noviembre se sumarán 83,500, más otras 89,200 en diciembre, para un gran total de un millón al cierre de 2021. “Difícilmente podremos alcanzar un volumen superior al millón de unidades”, reconoce Rosales.
En 2020, la industria vendió 949,353 vehículos nuevos. “Existe la posibilidad de que este año incluso nos quedemos por debajo del millón de unidades. El volumen de venta prepandemia lo vamos a recuperar hasta 2023”, añade Macías.