Tras meses de esperar que los fabricantes de semiconductores resolvieran los cuellos de botella y restablecieran el abasto de chips, los fabricantes de vehículos finalmente están tomando una actitud proactiva frente a la escasez de estos diminutos componentes. Hyundai tiene planes para desarrollar sus propios semiconductores con el fin de reducir la dependencia de los fabricantes externos.
A lo largo del año, las armadoras han visto disminuir las ventas porque no pueden fabricar suficientes automóviles. Algunas incluso han tenido que detener durante meses sus fábricas ante la falta de componentes que requieren de chips para su funcionamiento, como las pantallas, los cargadores inalámbricos o los radares y las cámaras necesarias para las asistencias a la conducción.
Hyundai, que había mantenido durante el primer semestre del año un abasto de vehículos estable desde sus plantas hacia sus pisos de venta, finalmente tuvo que parar algunas fábricas en agosto y septiembre, tras acabarse su reserva de chips. Esto ha afectado la oferta de modelos en sus pisos de venta alrededor del mundo.