El presidente López Obrador ha retrasado la selección de quienes ocuparán los cargos de comisionados que están vacantes, algunos de ellos desde hace más de un año, y el Senado ha omitido el nombramiento de los nuevos titulares de los reguladores. Tanto la Cofece como el IFT requieren de siete funcionarios para tener un pleno completo.
El ente antimonopolios tiene tres plazas vacantes y el regulador en materia de telecomunicaciones dos cargos sin ocupar. Ambos están funcionando bajo presidencias interinas.
En septiembre pasado, Alejandra Palacios terminó su periodo como presidenta de la Cofece y, aunque aún le restaban algunos meses como miembro del pleno, decidió abandonar el cargo de comisionada a la par del término de sus funciones ejecutivas. Por ahora, Brenda Hernández, la única comisionada que no ha mostrado interés por llegar el cargo principal de la Cofece, ocupa la presidencia interina del organismo.
Los tres comisionados restantes, Alejandro Faya, José Eduardo Mendoza y Ana María Reséndiz, ya se han postulado para hacerse con la titularidad de la Cofece. Desde junio pasado fueron entrevistados por integrantes de la Cámara alta, sin que hasta ahora se haya avanzado más en el proceso.
El IFT aún suma más tiempo sin un presidente. Gabriel Contreras terminó su cargo al frente del regulador el 29 de febrero de 2019. A partir de esa fecha, Adolfo Cuevas ha fungido como presidente interino del órgano regulador de las telecomunicaciones, pero su gestión y su tiempo como comisionado se agotarán el próximo 28 de febrero.
En caso de que el Senado no asigne un nuevo presidente, Javier Juárez Mojica asumirá la presidencia interina, al ser el integrante del pleno con mayor antigüedad. La salida de Cuevas dejará al pleno del IFT con sólo cuatro comisionados.
Desde el comienzo del sexenio, el presidente ha mostrado su desacuerdo con la tarea de ambos organismos e incluso ha amagado con su desaparición. El año pasado, Ricardo Monreal, coordinador parlamentario de Morena en el Senado, propuso fusionar a la Cofece, el IFT y a la Comisión Reguladora Energía para crear el Instituto Nacional de Mercados y Competencia para el Bienestar (Inmecob). La iniciativa se convirtió en un nuevo factor de inestabilidad para los mercados, pero no avanzó.
Pero, a pesar de que no se ha presentado ninguna otra iniciativa de manera formal, los ataques hacia ambos reguladores no han cesado durante las conferencias matutinas en Palacio Nacional. La ausencia de un pronunciamiento por parte del Ejecutivo sobre quienes deberán ocupar estos cargos no es coincidencia, dicen especialistas entrevistados.
“El presidente efectivamente quiere bloquear las acciones de la Comisión Federal de Competencia, quiere que no funcione la autoridad de competencia, porque es un órgano constitucional autónomo que no puede controlar. Y como tampoco puede constitucionalmente imponer a un comisionado, porque tiene que pasar este examen, y aparentemente no tiene cuadros que logren pasar este examen, entonces está viendo la manera de dejarla sin operar”, dice Miguel Flores, presidente de la Comisión de Competencia Económica de la International Chamber of Commerce México (ICC México). “No puede ser casual que se te olvide un nombramiento durante más de un año”.
A diferencia de otros reguladores, como los del sector energético, los nombramientos en la Cofece y el IFT tienen una naturaleza técnica, más que política. Los postulantes son elegidos tras una convocatoria pública y la aplicación de un examen por un comité de evaluación, formado por el Banco de México y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Las convocatorias han sido publicadas, los exámenes hechos. El comité ha hecho su parte y las ternas para ocupar los tres cargos vacantes para Cofece ya han sido entregados al presidente, mientras que para el IFT publicó cinco perfiles para ocupar las dos plazas que faltan, pero él no se ha pronunciado y no ha enviado sus designaciones al Senado, en donde deben ser ratificadas.
Las reformas en materia de telecomunicaciones y competencia económica de 2013 no marcan un plazo para que el presidente designe a nuevos comisionados.
¿Y cómo les afecta tener un pleno incompleto?
Los reguladores ya comienzan a ver efectos por las ausencias en sus plenos. La Cofece, según ha dicho en una nota de prensa, ya no puede votar resoluciones relacionadas con procedimientos de barreras a la competencia e insumos esenciales o la emisión de disposiciones regulatorias. El regulador, por ejemplo, deberá de posponer la emisión de un dictamen sobre la ausencia de condiciones de competencia en los sistemas de pago con tarjeta.
La falta de un pleno completo también compromete las facultades del IFT. El regulador requiere al menos cinco comisionados para emitir resoluciones como fusiones de empresas, determinar poder sustancial o nombramientos de la autoridad investigadora. Cuevas ya ha advertido la necesidad de que tanto el presidente como el Senado designen las plazas vacantes.
“En el diálogo más reciente que tuvimos con el presidente, le mencionamos que, incluso, había complicaciones legales con un pleno de menos de cinco comisionados, hay decisiones que deben de ser tomadas por cinco comisionados. Se lo hicimos saber al presidente y le pedimos el apoyo para tener un pleno completo de siete”, dijo en su último encuentro con la prensa, hace dos semanas.
Con la latente amenaza de quedar con sólo cuatro comisionados, el IFT analiza modificar el estatuto orgánico para que no se necesiten cinco miembros en la toma de decisiones relevantes.
“Hay varias soluciones que se deben tomar por cinco comisionados y ya nos ha tocado casos en donde, a pesar de que somos cinco, si no hay votos a favor de los cinco no se puede aprobar. Esencialmente son temas de leyes de competencia económica”, advirtió Sóstenes Díaz, comisionado del organismo, en ese mismo encuentro, el 10 de diciembre.