Todos esos anuncios han quedado en planes. Tres años después, la compañía suma 25 activos en su portafolio de campos prioritarios –la expectativa para este momento era de al menos 60–. Del primer listado, solo 16 registran producción, cuatro han quedado descartados o no reportan extracción de ningún tipo de hidrocarburos. Chocol, Esah, Jaatsul y Suuk ya no aparecen en las presentaciones que la empresa muestra a sus inversionistas.
En general, ninguno ha cumplido las expectativas planteadas por Pemex, de acuerdo con las cifras reportadas mensualmente por la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH). La petrolera ha tenido que rehacer la mayoría de los planes que entregó al regulador, porque la variación a la baja en sus estimaciones ha rebasado el 30%.
“Todo esto ha sido resultado de la sobrevaluación de los yacimientos. Esta es una promesa que simplemente era demasiado”, comenta un alto funcionario de la CNH que pidió no ser identificado.
La comisión es la encargada de aprobar y dar seguimiento a los planes que tienen las petroleras privadas y Pemex. Y, aunque aprobó los presentados por la estatal que dirige Octavio Romero Oropeza para el desarrollo de estos campos, fuentes al interior del organismo explican que la compañía recibió el visto bueno con vacíos de información y expectativas poco realistas.
“Lo que hicieron fue sobrevalorar los yacimientos. Perforaron un pozo, dijeron que era un yacimiento que podría ser comercialmente interesante y que por eso entraba dentro de las condiciones para poder llevarlo a desarrollo.
"Pero, cuando comenzaron, se dieron cuenta de que su yacimiento no era tan grande como lo habían considerado. Y así, el plan se les cayó totalmente, se ha caído uno a uno”, dice la fuente.
Es una táctica usual de la petrolera, que se ha anclado más este sexenio, afirman consultores del sector. Pemex, añaden, presentó sus campos prioritarios con muy pocos estudios detrás y sin la perforación de una gran cantidad de pozos que comprobaran su viabilidad.
Los especialistas dicen que la actuación ha respondido a una presión política derivada de la intención presidencial de llevar a la empresa a un estado que ya no parece posible.
“Ninguna compañía con inversionistas del mercado va a desarrollar los proyectos así, porque, básicamente, cuando no entiendes el recurso y las cuencas suficientemente bien, puedes destruir valor”, afirma John Padilla, Managing Director de la consultora IPD. “En el momento en que empiezas a perforar para producción, si no has hecho suficiente exploración y un plan de desarrollo, puedes producir recursos rápidos, pero no tienes entendimiento de cuánto daño puedes hacer a ese campo y cuántos recursos vas a dejar en el terreno”, agrega.