"Al no haber unidades nuevas disponibles, la gente también empezó a retrasar la venta de sus unidades usadas. Esto ocasionó restricciones de inventario en el mercado", explicó Roberto Villalobos Acosta, CEO de OLX Autos México.
Esto ha llevado un incremento en los precios.
“En estas semanas hemos visto mucha volatilidad en los precios”, dijo Fernando Roldán, cofundador de Caranty, un nuevo marketplace de compra y venta de autos usados. “En el mercado estadounidense, un auto de 22,000 dólares ahora se vende en más de 30,000. En México, hemos visto un fenómeno similar. Aunque los modelos no han subido tanto, también se han apreciado”, añadió.
¿Qué se necesita para que los precios se normalicen? La respuesta simple es que los problemas de la cadena de suministro se resuelvan y la producción de unidades nuevas vuelva a los niveles normales para que la oferta y la demanda pueda equilibrarse. Pero aliviar ese desabasto no será fácil.
“Hay una escasez masiva de componentes, causada por la falta de semiconductores, la escasez de mano de obra, la asignación de acero y resina... Hay muchas interrupciones”, dijo por separado Gerardo Gómez, director de J.D. Power México.
Los expertos de la industria calculan que probablemente será hasta el tercer trimestre de 2022, o más allá, que el mercado de autos usados comience a volver a la normalidad.
La consultora KPMG estima que el precio promedio de los autos usados caerá entre un 20% y 30% a fines de 2022 y principios de 2023.
“A medida que resuelva los cuellos de botella y se resuelva la falta de producción, eventualmente comenzaremos a ver patrones de precios e inventarios normales”, concluyó Gómez.