Antes de la pandemia, TSMC era el proveedor del 80% de los semiconductores que otras empresas utilizaban para fabricar los chips que van en motores, pantallas de infoentretenimiento, puertas e incluso en algunos neumáticos. Así que cuando el fabricante taiwanés decidió dejar en segundo término a los chips automotrices desencadenó una crisis de abastecimiento que se prolongó a lo largo de 2021.
Durante el cuarto trimestre del año pasado, los ingresos de TSMC aumentaron un 5.7% trimestre a trimestre, "respaldados por una fuerte demanda de nuestras tecnologías de 5 nm (nano milímetros) líderes en la industria", detalló la compañía en su último reporte trimestral. "Por plataforma, smartphone y HPC (computadoras de alto rendimiento) representaron el 44% y 37% de los ingresos netos respectivamente, mientras que IoT (internet de las cosas), automotriz, DCE (electrónicos de consumo) y otros representaron cada uno el 9%, 4%, 3% y 3%", dice el reporte.
Los analistas esperan que el abasto de chips se empiece a estabilizar conforme TSMC incremente la producción de chips más grandes y las nuevas plantas de semiconductores en Norteamérica inicien su producción.
Intel arrancó el 24 de septiembre de 2021 la construcción de dos fábricas en Arizona, como parte de su plan para recuperar su liderazgo en la fabricación de chips para 2025, después de haberse quedado atrás de su rival TSMC. Las nuevas plantas también serán las primeras que Intel construya desde cero con espacio reservado para clientes externos.
La empresa ha fabricado durante mucho tiempo sus propios chips, pero su plan de recuperación exige asumir trabajos para clientes externos, desde fabricantes de celulares y empresas que ofrecen servicios de almacenamiento en la nube, hasta armadoras de vehículos.
Hyundai anunció a finales del año pasado su intención de producir sus propios semiconductores con el objetivo de reducir su dependencia de proveedores externos.
Pero echar a andar estas nuevas plantas tomará al menos dos años, por lo que los analistas prevén que la escasez se prolongue varios meses más. “Creemos que este problema de semiconductores nos acompañará por 18 meses más… Será hasta mediados de 2023 cuando el flujo de chips llegue con normalidad a las plantas de vehículos”, dice Vildozo.
Mientras tanto, el inventario de modelos nuevos en los pisos de ventas continuará limitado, los precios altos y las listas de espera de dos o tres meses serán el común denominador en prácticamente todas las marcas. Quizá solo las chinas, que han logrado hacerse de chips, tengan un mayor flujo de inventario durante el primer semestre del año.
“No va a haber mucha diferencia en los volúmenes de producción de este año, respecto a los que vimos en 2021”, explica Vildozo. "Este ciclo de contracción que vimos en la segunda mitad del año, debido a la falta de chips, se extenderá a la primera mitad del año", añadió.
La proyección de IHS Markit para el mercado mexicano es un volumen de ventas mensuales de entre 75,000 y 80,000 durante el primer semestre, mientras que la anual es de 1,050,000 unidades.
"La demanda sí existe, lo que no hay ahora mismo es producto" , añade el analista.