La escasez de chips es un problema del que Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) se quiere deshacer y para ello anunció una inversión récord de 44,000 millones de dólares para aumentar su capacidad de fabricación en el 2022.
Esta cifra representa un incremento si se compara con el año anterior, cuando se gastaron 30,000 millones de dólares y tiene el propósito de que la demanda de chips no disminuya en el corto plazo.
Si bien hay advertencias sobre las potenciales ralentizaciones en mercados como el de los smartphones, el razonamiento de TSMC es que cualquier desaceleración se compensará con más categorías de productos que van a requerir silicio de alto rendimiento, como los automóviles o equipos de fábrica.