Esta elección ocurrirá el 1 y 2 de febrero y en ella participarán cuatro organizaciones, entre ellas el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Automotriz y Metalúrgica en la República Mexicana, que según los críticos tiene vínculos con la CTM, igual que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de Trabajadores del Autotransporte, Construcción, de la Industria Automotriz, Autopartes, Similares y Conexos de la República Mexicana de la República Mexicana.
También participarán el Sindicato Nacional de Trabajadores de las Industrias, Comercio y Servicios en General 'Carrillo Puerto', y el Sindicato Independiente Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Industria Automotriz (SINTTIA). Este último fue creado por trabajadores del complejo automotriz, la mayoría de ellos simpatizantes del disidente Generando Movimiento, creado en 2019 con el objetivo de conformar un sindicato independiente que pudiera ser una alternativa al de la CTM que estaba entonces.
Willebaldo Gómez, investigador de la Facultad de Economía de la UNAM, explicó que un nuevo sindicato requiere que al menos el 30% de los trabajadores del complejo -unos 2,200 de un total 7,000- se afilien para poder emplazar a la empresa para firmar un nuevo contrato colectivo.
El Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, que es el nuevo organismo público descentralizado que llevará los registros de sindicatos y contratos colectivos a nivel nacional, se encargará de supervisar el proceso de elección.
Tanto los dos sindicatos de la CTM como el 'Carrillo Puerto', han criticado abiertamente a SINTTIA, mientras surgen rumores de que los trabajadores podrían perder sus empleos si apoyan al grupo rival, una táctica utilizada en la pasada votación para tratar de convencer a los empleados de votar a favor del sindicato cetemista en turno.
Por su parte, trabajadores simpatizantes al sindicato independiente han denunciado amenazas hacia dos de sus dirigentes, Alejandra Morales, secretaria general, y Claudia Juárez, secretaria de organización, en la víspera de la votación. “Denunciamos la violencia de género”, dice un comunicado publicado por el SINTTIA, que además pidió a las autoridades locales y federales “brindar la seguridad necesaria para que el proceso se desarrolle sin contratiempos”.
También el sindicato United Auto Workers (UAW), el principal del sector en Estados Unidos, pidió en días pasados a General Motors y a las autoridades mexicanas redoblar esfuerzos para garantizar que los trabajadores en la planta de pickups puedan votar libremente para elegir un nuevo sindicato.
Esta votación se inserta dentro de la reforma laboral que realizó el gobierno mexicano en 2019 para cumplir con el T-MEC. Las nuevas normas obligan a los 2,116 sindicatos con registro federal y a los 10,868 con registro local —según la Secretaría del Trabajo— a legitimar sus contratos colectivos antes de 2023, a través de un voto “personal, libre, secreto y directo". Comprobar que hay violaciones a los derechos de los trabajadores de elegir libremente a sus representantes puede generar represalias comerciales de los países socios. En el caso de GM, puede significar un arancel de importación de 25% a las pickups que fabrica en Silao, una medida que agregaría miles de dólares al costo de cada vehículo.