La firma también reducirá el horario de trabajo en sus fábricas en Dearborn, Kentucky y Louisville, mientras elimina las horas extra en su fábrica de Oakville en Canadá.
Los cambios se producen después de que la semana pasada, la automotriz dio a conocer sus resultados financieros, que fueron menores a lo esperado. La ganancia de Ford se tradujo en 12,300 millones de dólares en el cuarto trimestre. Esta cifra recibió un gran impulso de una ganancia contable de 8,200 millones de dólares por la inversión de la compañía en el fabricante de vehículos eléctricos Rivian. Aunque excluyendo las partidas extraordinarias, las ganancias por acción decepcionaron a los analistas.
En la presentación de sus resultados, Ford pronosticó que su ganancia operativa de 2022 aumentará hasta un 25%, impulsada por la demanda norteamericana y un fuerte entorno para los precios de los vehículos.
Sin embargo, los principales fabricantes de chips para automóviles, como NXP e Infineon, prevén que la escasez de oferta persistirá a pesar del aumento de la producción.
Las diferentes perspectivas sobre el problema más acuciante al que se enfrenta la industria automovilística prolongan la incertidumbre sobre su recuperación de la pandemia de coronavirus, y suponen el riesgo de frenar los esfuerzos de transición a nuevas tecnologías de uso intensivo de chips, como la electrificación y el apoyo a la conducción.
La escasez de chips costó a la industria automovilística mundial en 2021 unos 210,000 millones de dólares en ingresos y la pérdida de producción de 7.7 millones de vehículos, según una estimación de AlixPartners.
Con información de Reuters y AFP.