Beat lanza un nuevo servicio de transporte con modelos eléctricos de Jac
La aplicación adquirió decenas de modelos EJ7 para ampliar su flota de vehículos eléctricos en México, compuesta hasta ahora por una centena de Teslas.
Jose Aguilar perdió su empleo por la pandemia. Durante 18 años trabajó en una empresa de transporte ejecutivo, que cerró en medio del confinamiento, cuando miles de personas se quedaron en casa y no necesitaban un vehículo para transportarse. Entonces Aguilar subió su perfil a una bolsa de trabajo y al poco tiempo lo llamaron para aplicar a una de las vacantes requeridas por Beat, una app de servicio de transporte que necesitaba conductores para lanzar su nuevo proyecto: Beat Zero.
Aguilar fue contratado para conducir uno de los Jac J7 eléctricos que la app adquirió a finales de 2021 para ampliar su flota de vehículos eléctricos. Ahora, los modelos chinos se unen a la centena de Teslas brandeados que circulan desde hace año y medio en la CDMX.
México fue el primer mercado de Latinoamérica en el que la compañía de origen griego lanzó un servicio de movilidad eléctrica, como parte de su apuesta para crecer en las principales macrociudades de la región. “Y la CDMX es la más grande de Latinoamérica”, dice Alejandro Arbelaez, gerente regional de nuevas verticales de Beat.
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Viajar en un Jac EJ7
Aguilar maneja un J7 eléctrico durante ocho horas al día. Algo que nunca pensó hacer. “Mi primer auto fue un sedán Volkswagen, de transmisión manual y a gasolina… Yo ahora tengo 50 años y nunca me imaginé que iba a manejar un vehículo eléctrico… Pero la tecnología avanza”, cuenta.
Jac destapó por primera vez la versión eléctrica de su J7 en diciembre de 2021, casi dos años después de lanzar la versión a gasolina. Gracias al proyecto de Beat, el modelo se posicionó entre los tres eléctricos más vendidos en México durante 2021. "La flota que tenemos (de Jac EJ7) equivale al 15% de todos los modelos eléctricos vendidos el año pasado", detalla Arbelaez.
El J7 es un liftback –un tipo de carrocería en la que la tapa del maletero incluye el vidrio trasero–, cuyas dimensiones son semejantes a las de un Passat. Es amplio en la segunda fila de asientos, con un buen espacio de cajuela y una pantalla del tamaño de una tableta colocada en forma vertical justo en el medio del tablero. La versión eléctrica tiene el mismo diseño, pero en lugar de un motor a gasolina cuenta con otro eléctrico con 243 lb-pie de torque y una batería de ion litio de 55 kW/h, que le dan una autonomía de hasta 500 kilómetros por litro en modo ahorrador y de 400 kilómetros en modo normal.
Beat eligió este modelo para su nuevo servicio Zero, que tendrá tarifas más accesibles que las de los Teslas, y más similares a las tarifas del servicio de movilidad tradicional. Pero, a diferencia de este último, Beat es dueña de toda la flota de vehículos eléctricos y los conductores están en la nómina de la empresa. Unas 700 personas participan en la operación, entre choferes y personal administrativo.
Una operación subterránea
Toda la operación del nuevo servicio Beat Zero está montada bajo tierra, en el piso -9 de un edificio de oficinas en Polanco, en el poniente de la CDMX. Allí hay tres cargadores de la marca china Grasen con dos mangueras, lo que permite conectar hasta seis vehículos de forma simultánea que se recargan en menos de 45 minutos.
La jornada de Aguilar –y de todos los conductores– inicia con la detección de sus biométricos y con la toma de temperatura. Cada día le asignan una unidad distinta, previamente lavada, sanitizada y con la batería cargada al 80%. La empresa lleva un registro de qué vehículo se le asignada a cada chofer y cada unidad tiene instalada una cámara que monitorea los trayectos.
Aunque ha sido chofer de flotas ejecutivas durante 18 años, Aguilar recibió una capacitación donde le explicaron las tecnologías que incorpora el modelo eléctrico, como el frenado regenerativo, que aprovecha la energía que se genera al momento de frenar o desacelerar, para convertirla en electricidad, misma que es aprovechada por la batería.
A partir de los primeros viajes realizados, Aguilar calcula que la autonomía del vehículo es suficiente para realizar entre 16 y 24 viajes, dependiendo de las distancias y del tráfico, durante su jornada de ocho horas. “Más o menos se consume un 7% de la autonomía de la batería por hora”, dice. En las semanas que lleva piloteando el eléctrico nunca se ha quedado sin batería. Generalmente siempre regresa al centro de operaciones con un 30%.
Arbelaez piensa que poner al alcance de los clientes un servicio de transportación en vehículo eléctrico, que sea confiable y a un precio accesible, acelerará la adopción de la tecnología. Aguilar ya ha dado el salto.