En cuatro años, García Moreno diseñó todo un proceso para generar un destilado de pulque sin contar con información precisa de cómo lo hacían en tiempos prehispánicos. El punto era desarrollar un alcohol refinado que, al tomarlo, no ‘raspara’ la garganta, una ventaja frente al tequila y el mezcal. “No estamos desarrollando un producto nuevo, estamos recuperando una tradición perdida en el tiempo”, dice.
Ahora, el portafolio de productos de la Destilería Meyotl cuenta con cinco destilados: Dr Pulkenstein, galardonado en el International Flavor Institute, el Tlahuel 35° y el Tlahuel 45°, ambos con una destilación. Se suman el Tlahuel 35° y el Tlahuel 45° de doble destilación, y que tienen galardones en el concurso internacional de Bruselas de 2021.
Destilería Meyotl tiene capacidad para producir 12,000 botellas de 250 mililitros y, ya con los permisos necesarios, está cerca de hacer su primer envío de más de 3,000 botellas de los diferentes destilados a San Antonio, Texas, mientras espera la apertura de los mercados en Europa tras los galardones en el concurso internacional.
“Yo quería desarrollar una bebida que no agrediera la garganta, que supiera muy rico y que fuera muy agradable al tomarla. Obviamente también quitar ese estigma que tiene el pulque de que es una bebida barata o corriente y, de hecho, creo que sí lo hemos estado logrando desde este proyecto en donde le enseñamos a la gente que es el maguey, cómo se procesa y cómo se hace el pulque”, señala.
La destilería también está en Axapusco, un sitio ideal para el maguey pulquero por las condiciones climáticas. Esta localidad forma parte de la región productora, que abarca a Hidalgo, Tlaxcala, Puebla y otros lugares del Estado de México. El maguey pulquero llega a medir hasta tres metros de altura, con 10 metros de circunferencia y pasa por un proceso mínimo de maduración de ocho años para que se le pueda extraer el líquido natural.