La oferta de alternativas para tener en casa las experiencias y amenidades de un hotel va en ascenso en México. A través de villas y de residencias, las llamadas branded residences –unidades habitacionales al interior de complejos hoteleros, a los que los propietarios pueden acceder– se abren paso en el país de la mano de algunas de las mayores marcas del segmento de lujo, al que apuntan para colocar inmuebles con precios de entrada de 2 a 4 millones de dólares (mdd).
Las branded residences no son un formato nuevo. El nacimiento de este concepto se remonta a 1927 en Manhattan, Nueva York, cuando el hotel Sherry-Netherland abrió sus puertas. Sin embargo, fue hasta la década de los 80 cuando comenzaron a ganar terreno principalmente en Estados Unidos. Aquí, marcas como Marriott International, Four Seasons y Hyatt han incorporado la opción de vender residencias dentro de sus complejos.