Esta recuperación tuvo una segmentación muy marcada; mientras los hoteles de destinos vacacionales tuvieron altas ocupaciones –de 74% en el cuarto trimestre en el caso de los resorts de Posadas, por ejemplo–, los mercados urbanos se mantuvieron en márgenes moderados, como fue el caso de Hoteles City Express, que en sus complejos mostró índices de 49% en promedio.
Sin embargo, los estados financieros de las empresas no parecen reflejar del todo esta tendencia. Mientras Grupo Posadas tuvo ingresos 18% menores a los de 2019, Hoteles City Express registró 28% menos ventas, y Grupo Hotelero Santa Fe –con un portafolio de hoteles que incorpora complejos de ambos segmentos– cayó 21% en ingresos en el mismo periodo. Aunque Posadas y Grupo Hotelero Santa Fe generaron utilidades operativas, éstas fueron menores que antes de la pandemia, mientras Hoteles City Express aún registró pérdidas.
Para Roberto Montalvo, académico de la Universidad Iberoamericana, la presión sobre los márgenes de ganancias tiene que ver con mayores costos, que se han acentuado a partir de la pandemia sin que prácticamente den un respiro a las empresas.
“Hay dos factores externos que están impactando en la rentabilidad. Uno es la inflación; como no puedo cargar toda la fuerza de la inflación y [el encarecimiento de los] energéticos al cliente, eso provoca que haga una apuesta y eleve costos, lo que ha subido las tarifas”, explica. “También está impactada por estos nuevos procedimientos y cosas que los hoteles tienen que cumplir en materia de seguridad sanitaria, tanto de adecuaciones de infraestructura como del día a día, para dar esa certeza al cliente”.
Aunque las tarifas promedio han crecido en varios casos respecto a 2019, los aumentos han sido marginales –de 0.2% y 0.9%, en el caso de City Express y Grupo Hotelero Santa Fe, respectivamente–, esto no necesariamente se ha traducido en un incremento del ingreso por habitación disponible (o RevPAR, por su sigla en inglés), que aún se mantiene con caídas de más de 20% en varios casos.
A decir de Julián Fernández, analista de Bursamétrica, esto también tiene que ver con el efecto en la inflación en el gasto de los huéspedes, con un ánimo de acotar su gasto en hospedaje al momento de vacacionar.
“A pesar de que se han recuperado los niveles de ingresos de algunas aerolíneas, por ejemplo, en los hoteles no ha sido así. Principalmente es debido a que el gasto de las familias va para cubrir el costo para llegar a su destino, y prefieren buscar hoteles un poco más económicos, que se ajusten a la nueva cartera de las familias”, refiere.
No obstante, esta no ha sido la historia de los turistas de mayor poder adquisitivo, lo que se ha reflejado en los resultados de compañías como RLH Properties, enfocada en el segmento de ultra lujo. La firma incrementó sus ingresos en 16%, e incluso mostró una tarifa promedio 42% mayor que en 2019, con un RevPAR que, pese a las condiciones del mercado, creció en 4.3%.
Para mejorar los márgenes de rentabilidad, los especialistas coinciden en que será necesaria una continua mejora en las ocupaciones de los hoteles para generar volumen.
“Si esto se recupera bien, en términos del ánimo del viajero, los hoteles pueden aguantar más en función de subir la tarifa. Dependerá de que logren tener un poco de estabilidad en cuanto a que los huéspedes no se sientan inseguros”, concluye Montalvo.