Chery, que arrancará oficialmente la comercialización de sus modelos bajo la marca Chirey en junio, busca tener una planta en México con miras a poder exportar a Estados Unidos y Canadá en los siguientes cinco años, o quizá un poco más. “Estamos esperando el momento (político) propicio”, dice Lee.
Aunque el máximo representante de la marca en México reconoce que todavía es demasiado pronto para creer que el gobierno de Estados Unidos abrirá la ventana a los jugadores chinos, tener una planta en Norteamérica es parte de la estrategia y ahora mismo México es la mejor opción dentro de la región para instalarla. “No es nuestra prioridad ahora pero estamos caminando en la conversación”, revela el directivo.
Comprará la planta de Daimler o Honda
Comprar una fábrica de vehículos no es algo nuevo para los fabricantes chinos. Great Wall Motors, uno de los mayores fabricantes privados de automóviles de China, adquirió en agosto de 2021 la planta de automóviles que Mercedes-Benz desactivó ocho meses antes en Brasil y en la que producía el sedán Clase C y el suv GLA.
Lee dijo que han tenido conversaciones con Daimler sobre la posibilidad de adquirir la planta que el fabricante alemán opera en conjunto con Nissan en Aguascalientes y en donde producen los modelos de sus marcas premium Mercedes-Benz GLB, Infiniti QX55 e Infiniti QX50.
Esta planta, que inicialmente se pensó para ensamblar hasta 300,000 unidades al año, lleva al menos dos años subutilizada. En 2021, el complejo ensambló 100,118 unidades: 74,337 de GLB; 18,431 de Infiniti QX55 y 7,350 de Infiniti QX-50, según datos de Inegi.
Chery también ha sostenido conversaciones con Honda sobre la posibilidad de adquirir la planta de El Salto, Jalisco, que en 2019 concluyó la operación de vehículos y que actualmente está dedicada al ensamble de motocicletas y de refacciones.
Lee dice que comprar una planta de vehículos “es más fácil y rápido” que montarla desde cero, sin embargo tampoco descarta esta posibilidad.
Instalar una planta propia
Chery también ha sostenido reuniones con gobiernos estatales, entre ellos el de Nuevo León, Coahuila, y Estado de México, entre otros, para analizar la posibilidad de instalar un complejo propio. “Si este fuera el caso, necesitaríamos tierra y otros incentivos para poder tener una planta en el país”, dice Lee.
Construir una planta desde cero puede tomar de uno y hasta cuatro años en arrancar. No obstante, el proyecto de exportar desde México hacia Estados Unidos y Canadá es a mediano plazo, y Chery tendría la ventaja de poder elegir una ubicación estratégica para hacerlo.
Una alianza con un fabricante local
El fabricante chino también analiza la posibilidad de tener un socio de manufactura local que pueda realizar la tropicalización de los modelos y su ensamble final para el mercado mexicano. “Un modelo similar al que tiene Jac con Giant Motors”, dice Lee.
Este esquema es bien conocido por los fabricantes chinos ya que ellos mismo son los ‘socios locales’ de los fabricantes extranjeros que han llegado a China. Chery es el socio local de Jaguar Land Rover en la producción de vehículos Jaguar Cars y Land Rover en China.
Varios de los fabricantes chinos que han incursionado en Latinoamérica lo han hecho de la mano de un socio local de manufactura. Cuando Baic llegó a México en 2016 estableció una alianza con el fabricante local AT Motors para el ensamble final de dos modelos, un sedán y un SUV, en una nave en el municipio de Puente Nacional en Veracruz. Esta alianza, sin embargo, concluyó y los modelos Baic que Grupo Picacho comercializa en México son importados directamente desde China.
Jac tiene una alianza con Giant Motors Latinoamérica -que cuenta con la participación de las familias Slim y Massri-, para que la compañía mexicana se encargue de la tropicalización, ensamble y venta de los vehículos y refacciones a la red de concesionarios.
Chery hará el lanzamiento oficial de su marca Chirey en junio con una oferta de tres SUV de su línea Tiggo y una red de 40 concesionarios. El fabricante chino espera alcanzar un volumen de ventas de 7,000 unidades en su primer año de ventas. "Este sería un muy buen número para nosotros", dice Lee. No obstante, el volumen mínimo de ventas que Chery tendría que lograr en el país para justificar un ensamble local es de 35,000 unidades.