“Hay varios mercados críticos en Latinoamérica. México definitivamente siempre va a ser uno de los mayores, impulsado por la oportunidad de crecimiento y el desempeño de negocio que podemos alcanzar”, dice LePage a Expansión. “Juega un rol significativo en conectar al consumidor de Estados Unidos con todo Latinoamérica”.
Mientras que en Estados Unidos la mayoría de los hoteles de Wyndham son del segmento de placer (alrededor de 70% del portafolio, dice LePage, mientras el resto es del segmento de negocios), en Latinoamérica la proporción es contraria, con la mayor parte de los hoteles orientadas al segmento de negocios.
De ahí que los planes de Wyndham –que a la fecha tiene 62 hoteles que acumulan más 9,300 habitaciones en México– apuntan a varias aperturas en la región en el mediano plazo, con la intención de equilibrar esta distribución.
El potencial es importante sobre todo a partir del efecto que la pandemia tuvo en los hábitos de los viajeros, entre quienes se distingue cada vez menos un propósito de turismo de negocios o de placer.
“Estamos empezando a ver un cambio de comportamiento en los huéspedes. Solíamos ver que los huéspedes elegían un segmento, y se quedaban en él; si se hospedaban en un hotel de lujo, ahí se quedaban, o en uno de economy. Eso ya no es cierto. Los huéspedes eligen un hotel donde se acoplan mejor basados en el tipo de viaje que quieren hacer (…) La gente viajan por cualquier razón, trabajo o placer, pero lo que la pandemia ha hecho es comenzar a mezclarlos”.
Para este año, la cadena prepara la apertura de seis hoteles que sumarán 1,093 habitaciones a su portafolio: Wyndham Garden Saltillo, Wyndham Grand Puerto Morelos, Wyndham Mazatlán, San Luis Potosí, a Registry Collection Hotel, Ramada Encore by Wyndham El Salto y La Quinta by Wyndham Reynosa.
Pero a mediano plazo la cadena busca incrementar su presencia en segmentos como el ‘todo incluido’, con la nueva marca Alltra como estandarte en la región, con una estrategia trazada junto a la compañía Playa Hotels & Resorts, basada en primera instancia en conversiones de hoteles en la región del Caribe mexicano, pero que también apunta a productos más accesibles para viajeros estadounidenses.
“Sabemos que los viajeros de Estados Unidos son gran parte de Cancún. Abrimos a un gran segmento una oportunidad para que algunos viajeros de Estados Unidos viajen a este destino”, concluye.