Más que ser algo momentáneo, la globalización de los problemas apunta a ser la norma. Para Lamia Kerdjoudj, secretaria de la Federación Europea de Puertos Privados y Terminales Marítimas, parte de la artillería para afrontar esta tendencia es el intercambio de información, una práctica que ayudaría a tener cierta previsibilidad de qué ocurre, al menos en el corto plazo. Y la prueba más inmediata parece estar a la vuelta de la esquina.
"Hay una disrupcion a causa de la situación en Asia, particularmente en Shanghái, puesto que no esta claro que esta ocurriendo", dijo sobre el nuevo cierre de la ciudad china por nuevos brotes de COVID-19. "Para mí el problema es la falta de claridad en un contexto donde ya tenemos una crisis. Nos guste o no, esto impactará a países como México porque simplemente el comercio esta tan interrelacionado que tiene una gran dependencia entre las economías", agregó.
Desafortunadamente una de las mayores consecuencias de esta situación se ha visto en los costos. En promedio, los fletes desde Shanghái hacia Europa, por ejemplo, han pasado de un umbral de 3,000 dólares hasta más de 10,000 dólares, mientras hacia México hasta finales del año pasado habían pasado de 4,000 a 8,000 dólares.
El director de transporte del Banco Mundial explica que las consecuencias de esto van del desaceleramiento de la economía, a un alza en los precios de bienes que afecta con mayor fuerza a la población de menores registros, una situación que se prevé que continúe. "La expectativa es que las importaciones continuarán incrementando, o al menos se van a estabilizar. La situación de los contenedores está siendo atendido, pero el problema está del lado terrestre del puerto y del transporte de carga", dijo Reja.
A largo plazo, Kerdjoudj ve dos principales problemas: la presencia cada vez mayor de buques más grandes, que requieren de labores de dragado que no siempre pueden realizarse sin interrumpir la actividad de un puerto; y la descarbonización de la logística a través de una multimodalidad cada vez más recargada en el transporte ferroviario que en los camiones.
"Necesitamos reforzar la red, es donde estamos a nivel europeo", dice la especialista. "Debemos tener una mayor diversificación en términos de tener opciones en carretera, trenes y barcos, porque no todos los puertos pueden estar conectados a un tren, por ejemplo. Es la unica manera en la que en un corto periodo puedes responder a la demanda", concluyó.