Romero Oropeza ha calificado a Lakach, en las costas de Veracruz, como parte “de los pendientes de las administraciones pasadas” que les quedan por resolver. El plan incluye que el yacimiento, que contiene alrededor de 900,000 millones de pies cúbicos de gas, reporte su primera producción durante julio del año próximo.
Pemex había abandonado los proyectos en aguas profundas desde el inicio del sexenio, argumentando que se trata de un segmento riesgoso, que requiere de grandes montos de inversión y en el que la estatal no ha logrado ser exitosa. También se había cerrado a las colaboraciones con compañías privadas en temas de exploración y producción de crudo, tras suspender las rondas petroleras y los farmouts al inicio del sexenio.
En la ceremonia de inauguración del complejo en Dos Bocas, el director de la estatal también dio a conocer un acuerdo con la constructora ICA –que ha participado en la edificación de la refinería Olmeca– para la construcción de una coquizadora en la refinería de Salina Cruz, Oaxaca.
El monto de este último contrato es de 3,018 millones de dólares y la finalidad de la construcción es aminorar la producción de combustóleo en la refinería de Oaxaca, que es el complejo de Pemex que más produce este subproducto de la refinación caracterizado por sus altos niveles contaminantes.
La estatal CFE también se ha sumado a los anuncios. Manuel Bartlett, el director de la compañía, firmó dos cartas de intención con New Fortress Energy y TC Energía –antes TransCanada–.
“(El anuncio) da un vuelco a la relación de las empresas del Estado Mexicano con el sector energético privado transnacional, al dejar de ser consumidor garante y ancla de sus inversiones, para convertirse en socio estratégico que proporciona beneficios a CFE y la Nación”, dijo la compañía en un comunicado emitido después del anuncio.
CFE ha comprometido con TrasCanada la extensión del gasoducto marino que corre desde Texas hasta Tuxpan. El proyecto, que requerirá una inversión de 5,000 millones de dólares, extenderá la infraestructura hasta Coatzacoalcos. El Estado, a través de la CFE, tendrá una participación minoritaria en el proyecto que incrementará hasta ser del 49%.
El proyecto con la compañía New Fortress Energy es una planta de licuefacción de gas natural en Baja California Sur para abastecer el consumo de la región y exportar el combustible hacia Europa.