De acuerdo con un análisis de la consultora J.D. Power, el principal factor por el que las personas no adquieren un vehículo eléctrico es porque consideran que las estaciones de carga son pocas.
Aunado a ello está el precio de las unidades. Para los compradores, los costos aún son elevados en comparación con los vehículos a combustión interna, de tal forma que, si fueran más económicos, los evaluarían como una opción.
La falta de infraestructura también se traduce en una escasez de centros de servicio disponibles para su reparación en caso de alguna falla, pues al ser una alternativa de movilidad diferente a la habitual, tienen en mente que las refacciones podrían resultar más caras frente a las de los vehículos tradicionales.
El análisis de la consultora indica que 39% de los mexicanos está en disposición de comprar un vehículo híbrido, mientras que solamente 15% se haría de un vehículo completamente eléctrico.
En el segmento de vehículos electrificados, la marca que más unidades comercializa en México es Toyota, que tiene una oferta de cinco modelos, seguida de KIA, con un modelo; Ford con tres, y Hyundai y Honda con un modelo cada una.
José Zozaya, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), que aglomera a más de 20 empresas del sector, considera que es necesaria una estrategia enfocada hacia los consumidores, con apoyos que incentiven su comercialización para que la electrificación en México se apuntale con mayor fuerza.
“El sector automotriz y toda la tecnología van hacia allá, con o sin México, entonces más vale que nos pongamos las pilas para estar a la altura del reto", advierte el representante de la industria. "Lo que hemos visto es que los volúmenes de ventas son bajos, pero los porcentajes se incrementan de forma elevada, en hasta 100% de un año para el otro”, asevera.