General Motors, por ejemplo, ofrece este esquema como una de las alternativas para adquirir el nuevo eléctrico Bolt EUV. "Las rentas están en 15,900 pesos y tenemos planes que incluso no requieren un enganche. Además, el arrendamiento es deducible de impuestos", dijo Carlos de la Mora, gerente de mercadotecnia de vehículos eléctricos y deportivos de la marca.
"Definitivamente, el lanzamiento de vehículos eléctricos es una oportunidad para este producto financiero, especialmente porque atiende a la preocupación del cliente potencial sobre el riesgo de comprar un auto de alto precio con tantas interrogantes alrededor: estaciones, ansiedad de autonomía, servicios de mantenimiento, carga en casa o pública", dice Brais Álvarez, gerente de cuenta en la consultora J.D. Power, quien añade que la principal ventaja que ofrece este esquema a los interesados en probar la electromovilidad es que les permite terminar el contrato en cualquier momento, si al final no les convence la experiencia de manejar un eléctrico.
"Pagas una renta, de por ejemplo 10,000 pesos al mes, con la opción a terminar el contrato cuando quieras. Parecido a las plataformas digitales", explica. "Será un esquema que puede ayudar a despegar la adopción de estos vehículos", añade.
¿Qué es el leasing de autos?
El director de la consultora Jato Dynamics para América Latina, Gerardo San Román, define a este esquema como un servicio financiero que permite hacer uso de un automóvil, en lugar de comprarlo. "Es similar a la renta de un departamento, pero en esta ocasión, por lo que se está pagando es por usar un automóvil", dijo en entrevista.
La escasez de chips ha generado una reducción dramática en los niveles de inventario, teniendo como consecuencia incrementos en los precios de la mayoría de los vehículos, incluidos los eléctricos, cuyas etiquetas sobrepasan los 500,000 pesos. Algunas incluso rozan el millón de pesos.
En este contexto inflacionario, otro punto a favor del arrendamiento -dice San Román- es que, al terminar el plazo establecido, el cliente tiene la posibilidad de comprar el vehículo, pero con base en su valor actual en el mercado, es decir, que no habrá absorbido la depreciación de la unidad. "Estarás comprando un vehículo que ya se depreció, hasta 40% o 50%, entonces puede resultar algo muy eficiente si quieres tener la pertenencia del vehículo y si no, lo único que haces es que renuevas el contrato. Muchas empresas (arrendadoras) premian muy bien la lealtad de sus clientes y les ofrecen cada vez mejores condiciones", aseveró.
Horacio Chávez, director de KIA en México, también resalta este beneficio. Entre las “bondades” del arrendamiento está que se puede cambiar una unidad cada dos, tres o cuatro años, así como que los pagos mensuales son menores en comparación con los correspondientes al financiamiento tradicional, en tanto que ya incluyen en muchos casos el mantenimiento de la unidad.
Además, los especialistas consultados resaltan las tasas de interés competitivas. Al ser un servicio financiero, estos esquemas están sujetos a una tasa de interés. Sin embargo, ahora son más competitivas que el financiamiento tradicional, lo que representa un beneficio en un momento en el que la mayor parte de los bancos centrales han optado por aumentar su tasa de interés de referencia.
El subgobernador del Banco de México, Jonathan Heath, prevé que en el país se incremente hasta 75 puntos base para el siguiente 23 de junio, lo cual encarecerá aún más el crédito automotriz tradicional.
Mientras que las tasas de interés en el financiamiento son de entre 17% y 18%, en el leasing están en 12% y 13%, similares a las que ofrecían la mayoría de las financieras de casa de las marcas antes de la pandemia.