Éste fue el mayor crecimiento entre 12 de los mayores destinos monitoreados por la Sectur, pues otros destinos como Cancún y Los Cabos recuperaron rápidamente las ocupaciones prepandemia.
Al respecto, Rafael García, presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM) de la Ciudad de México, refiere que la capital ha recuperado alrededor del 80% de las ocupaciones que tenía en 2019, aunque con tarifas promedio aún 20% por debajo. Pero para el invierno y el 2023, la expectativa es que se incrementen los números de la mano de un alza en la demanda e incluso por el entorno inflacionario.
“Para fin de año y principios del 2023 esperamos estar ya a la par de 2019, con los números un poco arriba”, explica.
La recuperación ha llegado con mayor fuerza en la zona Centro, Condesa y Reforma, contrario a lo que ocurre en Santa Fe y la Zona Norte de la ciudad, cercana al Estado de México, que aún se encuentra debilitada.
Esta tendencia demuestra la relevancia de la ubicación para recuperarse de la pandemia. Este ha sido el caso del complejo de lujo Sofitel, una marca de origen francés que abrió tres meses antes de la pandemia. Julio González, director de marketing y ventas en Sofitel Mexico City, afirma que las ocupaciones para finales de año se esperan entre 70% a 80%, que suponen un índice alto para un complejo de lujo, con tarifas por demás envidiables.
“[En tarifas] superamos las expectativas internas (…) Ahora se encuentra un 15% por arriba de lo que proyectábamos normalmente, en un rango entre los 300 a 400 dólares, dependiendo de las condiciones del mercado”, refiere.
De ahí que los hoteles buscan abrirse paso en los mercados más rentables de la ciudad, pero el espacio es poco. Normas como los derechos de uso en regiones como Polanco dificultan la construcción de hoteles, y las mayores apuestas se están dando en remodelaciones, como fue el caso del Edificio Aristos, recientemente reinaugurado bajo un nuevo concepto, el I421 Live District que albergará dos hoteles: Mondrian, de la marca Accor, y Andaz, de la estadounidense Hyatt.
Pero eso es sólo una parte de la ecuación. Para González, la experiencia del viajero es otro componente esencial que los hoteleros deben trabajar. “Tener un acercamiento de parte cultural y gastronómica hace que la gente esté interesada en lo que puede vivir en la Ciudad de México”.
De ahí que, para los hoteles que no tienen una unidad dedicada a ofrecer experiencias a los usuarios, la realización de eventos continuará siendo un importante impulsor de la demanda.
“Ya empiezan a regresar las convenciones y viene un Tianguis Turístico. Será un año interesante”, concluye García.