César Flores quiso seguir los pasos de su familia. Terminó el bachillerato y decidió pedirle a su padre que le enseñara el oficio al que ha dedicado toda su vida: el de mecánico. El taller, ubicado en Iztacalco, atiende entre 10 y 15 vehículos por semana. Todos a gasolina.
Pero los vehículos híbridos y eléctricos, que hoy apenas representan 4.5% de las ventas totales de modelos en el país, según datos de Inegi, irán ganando terreno en la siguiente década, lo que exigirá que los mecánicos se capaciten e inviertan en nuevas herramientas.
“Todo lo que sé de autos lo he aprendido por mi papá. Quizás poco a poco podría entenderles, buscando en páginas de internet o en algunos cursos, pero en este momento no tengo idea de cómo funcionan”, dice Flores.
La consultora Jato Dynamics estima que con la incorporación de estos nuevos esquemas de movilidad, de cada 10 mecánicos dos podrían no continuar con esta fuente de ingreso, al verse limitados en cuanto su capacidad de inversión.
“(Los vehículos de combustión y los eléctricos) son dos mundos completamente distintos que van a coexistir, porque siempre va a ser más sencillo cargarse de un lado o del otro, pero quedarse en medio es más difícil”, dice Gerardo San Román, director de Jato Dynamics para América Latina.