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Las armadoras deberán incorporar más sistemas de seguridad en sus autos nuevos

Una nueva norma publicada en octubre por la Secretaría de Economía busca que los fabricantes de vehículos incorporen nuevos sistemas de seguridad en los modelos que vendan en México a partir de 2024.
mar 22 noviembre 2022 06:31 PM
Trafico CDMX
En México podrían salvarse 5,627 vidas en un año de contar con una mejora en los sistemas de seguridad de los vehículos, asegura un estudio de Latin NCAP.

Los fabricantes de automóviles con presencia en México deberán comenzar a prepararse para los cambios que se vienen con la entrada en vigor de la NOM-194-SE-2021, que a diferencia de la anterior, contempla la incorporación de más sistemas de seguridad en los vehículos.

A partir del 1 de enero de 2024, todos los vehículos que se oferten en el mercado deberán contar, entre otras cosas, con cuatro bolsas de aire (frontales y laterales) y Control Electrónico de Estabilidad (ESC, por sus siglas en inglés), el cual ya era obligatorio en Estados Unidos desde 2011.

Los cambios traerán consigo escenarios con tonalidades diferentes desde la perspectiva que se analice. Los fabricantes de autopartes podrían esperar un año récord para su producción, mientras que las armadoras deberán de alistarse para ajustar sus plataformas e incluso jubilar alguna que ya no sea rentable actualizar. Tal y como pasó con la última actualización de la norma, que al establecer la incorporación de dos bolsas de aire o frenos ABS, hizo inviable la comercialización de modelos como Tsuru, Matiz o Atos.

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¿Qué cambios exige la NOM-194-SE-2021?

Los fabricantes de vehículos han apostado en los últimos años más por la seguridad activa -sensores, radares y cámaras que previenen una colisión-, que por la seguridad pasiva, es decir, por sistemas que se accionan una vez que ocurre un accidente, como bolsas de aire o tensores de cinturones de seguridad. Pero la legislación mexicana no contemplaba estos avances.

La NOM-194-SCFI-2015 sobre Dispositivos de seguridad esenciales en vehículos nuevos, había tenido su última actualización en mayo de 2016. Esto cambió el pasado 3 de octubre, cuando la Secretaría de Economía publicó en el Diario Oficial de la Federación la nueva normativa, la cual busca hacer énfasis en los sistemas de seguridad activa.

La nueva NOM-194-SE-2021 Dispositivos de seguridad para vehículos ligeros nuevos – Requisitos y especificaciones, cancela la normativa anterior considerando que “los avances en materia de seguridad existen dispositivos no contemplados en la regulación vigente… a fin de incluir dispositivos nuevos de seguridad y homologar la regulación nacional con las especificaciones de nuestros socios comerciales”, se lee en el documento.

A partir del 1 de enero de 2024, todos los vehículos ofertados en el país, sin importar si se trata de una versión austera o equipada, deberán contar con ESC, así como con anclajes de sistemas de retención infantil, sistema de frenado, sistema antibloqueo para frenos (ABS, por sus siglas en inglés), sistema de recordatorio de uso de cinturón de seguridad, cuatro bolsas de aire y monitoreo de presión de llantas, entre otros.

Los vehículos que incorporen como fuente motriz energía eléctrica, hidrógeno o gas, sin importar si son híbridos, deberán incorporar los dispositivos de seguridad para proteger esa fuente de energía a partir del 1 de enero de 2025.

Otras tecnologías, como frenado autónomo de emergencia, alerta de desviación de carril, protección a peatones o la caja negra, aún se mantienen como opcionales.

Un impulso para los fabricantes de autopartes

Los cambios normativos darán un impulso a los fabricantes de sistemas de seguridad activa, como las alemanas Bosch o ZF, que sumado a la llegada de nuevas plantas en medio del fenómeno de nearshoring, impulsarán la producción local.

Alberto Bustamante, director general de la Industria Nacional de Autopartes, calcula que el valor de la producción local alcanzará en 2023 los 107,000 o 108,000 millones de dólares, lo que significaría una cifra récord.

Oscar Domínguez, presidente de operaciones de Lear Corporation, empresa de origen estadounidense enfocada a la fabricación de asientos para automóviles y sistemas eléctricos para automóviles, considera que las autopartes cada vez son más complejas, lo que también ha contribuido a percibir mejores ganancias en su producción.

“Poco a poco (la incorporación de más electrónica) nos está llevando a implementar mucha tecnología en nuestros procesos, para poder garantizar que cumplimos estas regulaciones, que tengamos evidencia, rastreabilidad en los productos y nos aseguremos que se puedan cumplir”, señala en entrevista con Expansión.

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La Secretaría de Economía hará revisiones aleatorias

Entre los nuevos lineamientos marcados por la Secretaría de Economía, resalta que, a través de su Unidad de Inspección (UI), deberá de efectuarse una evaluación en los vehículos que pretendan comercializarse en el país, dictamen de cumplimiento con el que deberán contar los fabricantes antes de colocar las unidades en sus pisos de ventas.

Las autoridades tendrán la posibilidad de hacer muestreos sobre las submarcas seleccionadas, a partir de unidades seleccionadas al alzar en las fábricas, almacenes, centros de distribución u oficinas del corporativo, según corresponda.

Bustamante resalta que la nueva demanda por dispositivos de seguridad podrá satisfacerse a partir de producción 100% local. Al mismo tiempo, señala que los cambios regulatorios "no toman por sorpresa" a las armadoras, pues en las plantas armadoras establecidas en México ya se producen modelos con altos estándares de seguridad que se exportan a otros mercados, como Estados Unidos o la Unión Europea.

Por ejemplo, el ESC es obligatorio en Estados Unidos desde 2011, al igual que en la Unión Europea. Un año más tarde se volvió obligatorio también en Canadá.

(La nueva norma) nos pone a la par de las normativas estadounidenses y europeas... Los ganadores son los usuarios de los vehículos y quienes los rodean”, dice Bustamante en entrevista con Expansión.

Un estudio desarrollado por el Banco Interamericano de Desarrollo, en colaboración con Latin NCAP, calcula que en México podrían salvarse 5,627 vidas en un año, de contar con una mejora en los estándares de seguridad de los vehículos y sistemas de información al consumidor.

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