La baja de las tasas provocó un alza de la inflación, que ahora los bancos centrales buscan controlar subiendo nuevamente los réditos, aumentando el costo financiero de las empresas, que han buscado optimizar sus recursos, pero no todas lo han logrado.
Las empresas que más aumentaron su apalancamiento, medido como su deuda neta entre Ebitda (que mide la capacidad que tiene la empresa de hacer frente a sus obligaciones con los ingresos que genera de su operación), de 2019 a septiembre de 2022, fueron Elektra (7.6 veces), Pinfra (1.5), Jose Cuervo (1.2), Banregio (1), OMA (0.9), Grupo Carso (0.9), Grupo Financiero Inbursa (0.8), de acuerdo con datos de Bloomberg.
El alza de tasas por parte de los bancos centrales encarece el costo de capital, por lo que desincentiva el apetito de las empresas por invertir en nuevos proyectos, y más bien se enfocan en refinanciar su deuda con condiciones más favorables.
“Conforme la recuperación y la movilidad fue avanzando, los flujos de las empresas mejoraron y estas retomaron las emisiones en el mercado de deuda corporativa, siendo la mayoría de estos recursos destinados al refinanciamiento de sus pasivos. Ahora con un mayor flujo de efectivo disponible, las empresas están mejorando sus estructuras financieras por lo que se observa una reducción en la deuda neta”, indicó Gerardo Valle Trujillo, director de análisis de deuda privada en Banorte.
Este año el monto de la deuda neta de las 35 empresas del IPC fue 1.3 billones de pesos, una caída de 14% respecto al cierre de 2019.