En marzo de este año, Yuga Labs, la empresa dueña de otro famoso proyecto de NFT denominado Bored Ape Yacht Club, adquirió toda la propiedad intelectual de CryptoPunks y anunció que planeaba otorgar a todos los titulares de CryptoPunk los derechos comerciales. Este movimiento abrió la puerta a proyectos como los colgantes de Tiffany & Co.
“Quiero uno ahora” o “Toma mi dinero ahora” fueron algunos de los comentarios que generó el tuit de Arnault. Cuatro meses después, a principios de agosto, Tiffany & Co. decidió lanzar 250 pases digitales, cada uno a 30 Ethereum (unos 50,000 dólares), para obtener un colgante de diseño personalizado junto con una obra de arte digital NFT que se asemeja al diseño de la joya.
Las piezas disponibles para su personalización se agotaron en menos de una semana, demostrando que la emblemática firma joyera, que en los años 60 cautivó a escritores como Truman Capote, encontró en el mercado de los activos digitales, una forma de acercarse a las nuevas generaciones de consumidores y a sus hábitos de consumo.
La Generación Z, como se conoce a los nacidos entre 1995 y 2010, tienen un poder adquisitivo estimado de 360 billones de dólares, según un estudio realizado por Gen Z Planet. Esa jugosa cifra está haciendo que cada vez más empresas -desde marcas de moda hasta minoristas y restaurantes-, comiencen a querer satisfacer las necesidades y deseos de la Generación Z.
La pandemia por Covid-19, dice un análisis de Mordor Intelligence sobre el panorama para el sector joyero alrededor del mundo, trajo consigo una digitalización acelerada a la mayoría de las industrias, escenario en donde el sector joyero no quedó exento. Los canales tradicionales de venta, como los aparadores minuciosamente acomodados mostrando llamativas joyas, están quedando atrás.
El análisis resalta que los grandes jugadores de este sector, como LVMH, a donde pertenece Tiffany & Co., Buccellati, Richemont y Swarovski Crystal Online, están orientando sus esfuerzos para incrementar su presencia en canales digitales, con la intención de cautivar a sus audiencias por este medio, tendencia que también está siendo presente en empresas de menor tamaño.
Nirwaana, la casa joyera premium totalmente en línea originaria de la India, lanzó el año pasado su nueva colección para parejas “I still do”, compuesta por una gama de bisutería de plata pura y piedras preciosas, teniendo como objetivo apuntalar, y volver aún más agradable, la experiencia de las compras de joyas a través de internet.
La transformación del sector joyero está en vías de desarrollo en México. La Cámara de Joyería de Jalisco, representante de esta industria en el país frente a la Confederación Mundial de la Joyería, subraya que antes de la contingencia sanitaria, solamente el 3% de estos negocios en México hacía uso de los canales digitales para impulsar su comercialización.
Hoy la cifra asciende a 10% y podría seguir creciendo para la recta final de este año, pues el sector busca transformarse y probar nuevos canales de venta, así como nuevas estrategias, de acuerdo con Álvaro Azpeitia, presidente del organismo. “Poder impulsar la venta con los jóvenes es entender qué está pasando en su vida y hacer joyería más dinámica o que tenga diferentes texturas, diseños, combinaciones, colores, etcétera”, dice.
El tradicional sector joyero está en medio de un cambio, volteando a ver nuevos productos para no alejarse de las recientes tendencias de consumo. Mientras la icónica marca estadounidense Tiffany & Co. le da la bienvenida a los activos digitales, en México el sector ya trabaja en el desarrollo de joyería con chips, “como los relojes inteligentes que ya están a la venta, pero quizás ahora podamos tener un anillo que te pueda medir tu temperatura corporal, tus niveles de azúcar o tu ritmo cardiaco. Es un tema importante para las nuevas generaciones”, agrega Azpeitia.