“Ante la limitación para la obtención de nuevos recursos, la compañía se ve en riesgo de no poder mantener su operación”, advirtió.
En concreto, la compañía afronta una falta de flujo de efectivo para hacer frente al pago de los gastos de operación, incluyendo la renta de los locales comerciales, el pago de licencias de software, así como el hosting de infraestructura de tecnología de información, lo que ha llevado al cierre de las tiendas.
“La compañía no cuenta con el flujo de efectivo necesario para mantener la operación de su red de sucursales, aunado a la falta de líneas de crédito para capital de trabajo y la falta de un brazo financiero que permita el otorgamiento de crédito a sus clientes, siendo éste el principal modelo de negocio”, dijo la empresa en el documento.
La compañía entró en crisis a unos meses del estallido de la pandemia de covid-19. En octubre de 2020, la empresa presentó una solicitud de concurso mercantil que concluyó en febrero de 2022.
La empresa salió del proceso severamente comprimida, pues cerró 148 tiendas y cinco centros de distribución. Además, se quedó con poco menos de una tercera parte de su personal.