La venta de cigarros en México continúa entre la confusión y la prohibición
Las cadenas de conveniencia han quitado los cigarros de sus exhibidores, mientras que en las tienditas de barrio existe confusión respecto a la nueva reglamentación.
"Ya es diferente ir a comprar cigarros. Sientes como si estuvieras comprando algo ilegal. La cajera que me atendió se asomó detrás de los plásticos negros que tapan las cajetillas para sacar la que le solicité, pero lo hizo con cuidado en demasía, como si se estuviera vigilando que no la vieran”, dice una fumadora que visitó una tienda Oxxo ubicada en el Centro de la Ciudad de México.
A partir del 15 de enero, las tiendas y los supermercados tienen prohibido exhibir cajetillas de cigarros; mientras que los restaurantes, las oficinas y escuelas, entre otros, tendrán que quitar sus áreas para fumadores. Esto obedece a la entrada en vigor de un nuevo decreto que prohíbe el consumo de cigarros en espacios públicos, además de cancelar la exhibición de las cajetillas de cigarros en las tiendas de abarrotes, de conveniencia, supermercados y otros puntos de venta. Solo podrán mostrar a los compradores una lista con los precios.
En otro Oxxo ubicado en los alrededores de Tlatelolco, un poco más al norte, los exhibidores también tienen bolsas negras, de esas que suelen usarse para la basura. Las cajetillas están detrás. El cajero comenta que hasta ahora no han tenido problemas con los compradores, ya que la mayoría pide la marca de cigarros que suele comprar, mientras que a los indecisos se les enseña una lista en la que solo se ve el nombre y el precio de la marca.
En un Círculo K que se encuentra en Azcapotzalco la dinámica es similar. Aunque aquí, las cajas de cigarro están debajo de las cajas, y a los compradores no se les entrega una lista de marcas, sino que los cajeros les explican, de viva voz, qué opciones de marcas tienen a la venta. “Hasta ahora, no está claro cómo funciona lo de la lista y para nosotros es más sencillo decirle al cliente las marcas que tenemos y los precios”, dice el cajero.
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En México fallecen 51,000 personas al año, es decir, 141 al día por tabaquismo, según datos compartidos durante el foro virtual “Control y regulación del tabaco en México: un asunto de salud pública”, realizado en 2020, en medio de la crisis sanitaria ocasionada por el covid-19. El tabaquismo era un factor de riesgo para los pacientes de la enfermedad.
Entonces la diputada morenista Carmen Medel Palma definió al consumo de tabaco y a la exposición al humo como "un serio problema de salud pública".
Con el objetivo de restringir el acceso a los cigarros para los adolescentes y disminuir la población fumadora en el país que se calcula en 15 millones de personas –según el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP)–, a finales de 2022, se reformó la Ley General para el Control del Tabaco. El decreto, publicado en el Diario Oficial de la Federación, establece que está prohibido en México “realizar toda forma de publicidad, promoción y patrocinio de los productores elaborado con tabaco” en cualquier medio de comunicación, así como exhibir las cajetillas en puntos de venta.
Pero al día siguiente de que la medida entrara en vigor, aún hay confusión en las tienditas de barrio. En una ubicada en Santa Catarina, Azcapotzalco, las cajetillas de algunas marcas aún están a la vista, aunque están mucho menos visibles frente a las que solían verse en los mostradores de las tiendas de conveniencia hasta antes que entrara en vigor el reglamento.
Rogelio Sanchéz, dueño del lugar, comenta que no conocía la nueva reglamentación para la venta de tabaco. “Hasta ahora nadie me ha comentado nada, no hay visitas de inspectores. Parece que va a ser como la prohibición de cigarros sueltos, que de todas formas se venden así”, dice.
La Asociación Nacional del Pequeño Comerciante (ANPEC) detalla que aquellos comercios que incumplan la medida pueden hacerse acreedores a una multa de hasta hasta 70,000 pesos.
Jesús Martínez, el administrador de una tiendita ubicada en Santa Clara, Ecatepec, desconoce las consecuencias de incumplir la medida, pero él se encargó de guardar las cajetillas de cigarros, aunque aún tiene dudas sobre la implementación de la reglamentación, pues no sabe nada más allá de lo que ha visto en las noticias.
“Nadie ha venido a decirnos qué se tiene que hacer. Escondí las cajetillas en uno de los anaqueles, no se ven pero están a la mano. De la lista, hicimos una porque no sabemos si la que se debe enseñar es una oficial. Así lo vamos a hacer ahorita”, dice.
Para el tendero, aún no es posible medir el impacto que tendrá la medida en las ventas de cajetillas, pues las más grandes empiezan los viernes, cuando crece el consumo de mercancías para alguna fiesta o reunión.
La asociación calcula que la medida afectará a cerca de 200,000 tienditas, en tanto que la venta de cigarros promueve 25% de las compras indirectas en las tiendas, pues los compradores llevan otros artículos además del tabaco.
“La prohibición afectará las ventas y expone a los comerciantes. En el país hay 700,000 pequeños comercios de diversos tamaños y circunstancias, y no todas van a poder acatar la prohibición de la misma forma. Eso nos preocupa mucho, porque puede dar paso a temas de corrupción”, dijo Cuauhtémoc Rivera, presidente de la asociación en una conferencia de prensa.
El líder gremial dijo que promoverán un amparo nacional en contra de la reglamentación. Rivera adelantó que el llamado es es extensivo para los no agremiados, a quienes brindarán asesoría legal para llevar a cabo el proceso. "Nosotros vamos a hacer la gestión compartida con quién nos ampare para aminorar el costo (...) La idea es hacer un machote que podamos 'tropicalizar' para cada uno de los negocios”, dijo Rivera.
Walmart y Oxxo no han declarado si recurrirán a un amparo, como lo harán las tiendas agredidas a la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), entre las que se encuentran Soriana, Chedraui y La Comer.