Los fabricantes de vehículos se pusieron en 2017 una meta ambiciosa para 2020: superar las cinco millones de unidades producidas en un año. Pero tres años antes, nadie contaba con que una pandemia global paralizaría la producción de vehículos en 2020 y la meta de los cinco millones sería imposible de cumplir.
La cifra más alta de producción de vehículos durante un año en México se alcanzó justamente en 2017, con 3,933,154 unidades. Entonces, nuevas plantas armadoras recién se habían inaugurado y la demanda de vehículos estaba a tope. Un año antes, en 2016, se alcanzó el mayor volumen de ventas de automóviles en la historia -1,607,165 unidades- y los ánimos del sector estaban exacerbados.
La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) estimó que para 2020, la producción en el país alcanzaría las cinco millones de unidades, estando impulsada por el apetito creciente del mercado local y por su principal destino de exportación, Estados Unidos.
Fausto Cuevas, director actual del organismo, considera que la expectativa de ese entonces está "truncada", como consecuencia del complejo panorama al que se ha enfrentado el sector tras la pandemia. La producción actual aún se encuentra por debajo de niveles previos al covid-19.