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China se volvió la fábrica de autos del mundo, ¿en qué momento pasó?

El país asiático lanzó en 2017 un Plan de desarrollo de automóviles a mediano y largo plazo, cuyo objetivo de ser una potencia automotriz "fuerte" en diez años. El resto es historia.
mar 27 diciembre 2022 04:29 PM
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En los últimos seis años han llegado a México siete marcas chinas que ya concentran alrededor del 5% de las ventas de autos nuevos en el país.

China se volvió la fábrica de autos del mundo. Después de años de ir por detrás de los fabricantes de automóviles japoneses, europeos y estadounidenses en tecnología automotriz, confiabilidad y estatus, el país asiático trazó un plan estratégico para convertirse en una potencia en la manufactura de vehículos, sobre todo eléctricos, aunque en el camino ha aprendido a dominar también la producción de modelos con motores a combustión.

En 2012, China superó a Estados Unidos como el mayor fabricante de automóviles del mundo y se ha mantenido en esa posición desde entonces. El año pasado, el país asiático ensambló 26,082,220 unidades, equivalente a la producción combinada de Estados Unidos, Japón, India y Corea del Sur, según datos de la Organización Internacional de Fabricantes de Vehículos Motorizados.

Durante la mayor parte del siglo XX, el país asiático fabricó principalmente vehículos o camiones militares. Aunque había importaciones de modelos de la Unión Soviética, Japón y otros países, la propiedad privada de vehículos era casi inexistente. En parte debido a las políticas socialistas y en parte por los altos aranceles de importación.

En la década de 1980, varias armadoras occidentales, incluidas Volkswagen y Peugeot, comenzaron a fabricar automóviles en China a través de empresas conjuntas -conocidas como joint ventures- con fabricantes locales. Luego, en medio de la crisis económica de 2008, General Motors y Ford vieron en China una plataforma competitiva para producir autos a menor precio. Incluso los fabricantes alemanes de autos premium aprovecharon las ventajas que ofrecía China para ensamblar algunos de sus modelos de entrada. El BMW Serie 1 que se vendió en México entre 2018 y 2021 se importó desde China. Hoy, el eléctrico BMW iX3 viene de ese país.

“Lo más costoso de un vehículo es el desarrollo del motor, la transmisión y la plataforma”, explica Josimar Hernández, ingeniero y gerente de producto de MG, una marca de origen inglés propiedad del gigante chino Saic Motor. Utilizar plataformas que se usan para derivar varios modelos, que incluso pueden venderse bajo distintas marcas, reduce hasta 70% del valor real de un coche. “Por eso los fabricantes chinos pueden dar precios tan atractivos”, añade.

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Todo era parte de un plan

En un inicio los fabricantes locales dejaron de lado la investigación y el desarrollo, y se enfocaron en copiar el diseño de los automóviles occidentales y ofrecerlos a precios mucho más bajos. Esto generó varias disputas de copyright, en tanto que más de un modelo fabricado por armadoras chinas locales provocaban una sensación de déjà vu.

Pero hace una década las marcas chinas empezaron a montar plantas idénticas en casi todos los aspectos a las fábricas en Occidente, mientras que el gobierno ejerció una gran presión sobre los fabricantes de automóviles occidentales para que transfirieran su última tecnología más avanzada a China como condición para hacer negocios.

China lanzó en 2017 un Plan de desarrollo de automóviles a mediano y largo plazo, cuyo objetivo es hacer del país asiático una potencia automotriz "fuerte" en diez años. Este plan destaca el desarrollo de vehículos eléctricos y autónomos como una oportunidad para que China domine estas tecnologías emergentes.

La estrategia del país asiático ha sido construir enormes fábricas, con una capacidad superior a la demanda local, pensando en exportar el exceso, lo cual tuvo un notable impulso en 2018, cuando la demanda local comenzó a estabilizarse luego de varios años de crecimientos de doble dígito, y el gobierno chino vio en las exportaciones una manera de mantener la producción.

Un año antes, en marzo de 2017, la marca JAC había llegado al mercado mexicano de la mano de un socio local Giant Motors Latinoamérica, que se encargaría del ensamble final y la comercialización de los modelos. Un año antes, Baic había desembarcado en el mercado local.

La pandemia dio un impulso adicional a los fabricantes chinos, que lograron asegurar el suministro de chips y eso les dio una mejor posición respecto a sus competidores japoneses, europeos y estadounidenses para garantizar inventarios.

“Las fábricas chinas fueron las primeras en sufrir escasez de semiconductores, pero también fueron las que lograron asegurar más rápido el suministro. Gracias a esto tenemos disponibilidad inmediata", afirma Jimena Sáenz, directora de Motornation, que agrupa a las tres marcas chinas Baic, Changan y JMC.

Siete marcas chinas en México

En los últimos seis años han llegado a México siete marcas chinas -la última de ellas iniciará la comercialización de mdoelos en 2023- que ya concentran alrededor del 5% de las ventas de autos nuevos en el país. A estos se suman los modelos de manufactura china que se venden en México con la placa de otras marcas, como Chevrolet, Peugeot, Jeep y Ford. Próximamente Volkswagen introducirá un modelo de manufactura china a México.

Hoy México es el mercado en el que la marca china JAC vende más autos fuera de su país de origen. Esta marca es la segunda china más vendida en México, después de MG, que en solo dos años se posicionó dentro de las 10 más vendidas.

“La conversación de los clientes ha cambiado. Ya no llegan a los concesionarios tocando la lámina para ver si no se cae a pedazos. Ahora llegan porque nos ven como una alternativa para acceder a tecnologías a un buen precio”, dice Isidoro Massri, director de Jac en México.

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