La operación de Estafeta en el AICM es distinta a la de otras empresas. Aunque por volumen de carga es superada por otras empresas, por número de vuelos supera por más del doble a sus competidores más cercanos, que realiza ocho operaciones diarias con cuatro aviones. Con ello se realizan cuatro tipos de operaciones: la llegada de carga aérea, pero también de paquetes vía terrestre de otras ciudades, recolecciones de la Ciudad de México e importaciones de China.
En el aeropuerto capitalino, la empresa cuenta con una infraestructura física que permite que un paquete cruce por una serie de bandas que conectan un medio de transporte con otro, que envían el paquete a otra ciudad vía aérea, o a otra región vía terrestre. “Pasamos de un vehículo a otro y eso debe suceder en horas, si no es que en minutos”, asegura García.
De ahí que mudar la operación desde el AICM conllevaría fuertes inversiones para la empresa, por dos frentes.
El costo de mudarse al AIFA
De acuerdo con un comentario enviado a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), Estafeta estima que requeriría inversiones por alrededor de 55 millones de pesos en instalaciones y equipo, y alrededor de 45.5 millones en vehículos adicionales para atender operaciones de última milla y sus gastos operativos.
La empresa estima que mudar sus operaciones del AICM costará 100.5 millones de pesos, de los cuales unos 40 millones suponen un gasto anualizado. Además afronta un arduo panorama para adquirir vehículos ante la escasez de unidades a nivel mundial. García confiesa que priorizaría el uso de unidades para incrementar su flota, mientras que los vehículos a renovarse continuarían en circulación por un tiempo adicional.
La empresa no descarta la apertura de nuevos centros de distribución para compensar la lejanía con la zona metropolitana, aunque García asegura que también se encuentran dentro del plan de crecimiento de la empresa ya planeado.
“Si tú hoy estás viviendo a un kilómetro de tu trabajo y ahora te mueves a 40 kilómetros, tus gastos de transporte crecen. Es lo mismo; como nosotros atendemos el Oriente en última milla del Valle de México desde ahí y conectamos con ciudades que vienen del sureste que están a la entrada de la Ciudad de México, Puebla, Veracruz, etcétera. Esa distancia nacional al AIFA es peaje y diésel”, dice el directivo de Estafeta.
De momento, el gobierno federal no parece ceder a los plazos que otras empresas y organizaciones piden para reubicar sus operaciones, que van de seis meses a un año.
Recientemente, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) aumentó de 90 a 108 días hábiles el plazo para que las empresas salgan del AICM, e incluso dijo que, si se toman en cuenta los fines de semana, se tienen 156 días naturales para mudar la operación, estimada en 360,000 toneladas de mercancías.