“De hecho, [Estafeta] ha evaluado la posibilidad de mover sus operaciones a aeropuertos alternos”, dice la empresa. “Pero para poder concretar ese cambio es absolutamente necesario hacer un cálculo adecuado de los tiempos que llevaría el correcto traslado de la operación, además de que se va a incurrir en una serie de costos directos e indirectos que son de carácter diverso y mayores a los que se incluyeron en el Análisis de Impacto Regulatorio del anteproyecto”.
Los gastos estimados por la empresa se pueden agrupar en dos grandes rubros: el de las instalaciones y equipo –que requeriría de un total de 55 millones de pesos – y el de los vehículos necesarios para compensar la distancia desde una terminal como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), los cuales, considerando costos operativos, requerirían de un gasto de 45.5 millones de pesos.
Por una parte, la empresa refiere que necesitaría de una infraestructura operativa para el intercambio y clasificación de envíos con una superficie similar a la que actualmente ocupa en el AICM. En caso de que estuviera disponible para su alquiler, afectaría e costo de la operación cotidiana que incidiría en el consumidor final; sin embargo, a la fecha la empresa considera que no existen instalaciones que cumplan con estas características, por lo que debería de construirlas.
“Es importante mencionar que no es posible utilizar la infraestructura actual del AICM, ya que se debe diseñar ad hoc a las dimensiones específicas de la nueva nave”, dice la empresa.
La empresa estima que entrega y recolecta alrededor de 250,000 envíos en la Zona Metropolitana del Valle de México, de los cuales un 35% deben de ser entregados en un máximo de 24 horas al interior de esta región y en varias ciudades como el Estado de México, Hidalgo, Veracruz, Morelos, Veracruz y Oaxaca.
Por otra parte, Estafeta considera que, para poder operar fuera del AICM en el aeropuerto alternativo seleccionado, sin que los tiempos de entrega se vean afectados, será necesario “compensar la distancia desde dichos aeropuertos hacia los centros de distribución” con 40 vehículos adicionales de última milla por un valor total de 40 millones de pesos, así como 3 millones de pesos por costos operativos.
Aquí destacan costos adicionales en el supuesto de operar en el AIFA, pues las unidades deberían transitar sobre la Autopista Arco Norte que “presenta alarmantes cifras de seguridad”, advierte Estafeta, por lo que requeriría contratar servicios privados de seguridad incluyendo a custodios, que derivaría en un gasto de 2.5 millones de pesos mensuales.
“Destaca que la mayoría de las empresas de seguridad privada tienen tarifas especiales para los vehículos que transitan la autopista antes mencionada”, enfatizó la empresa.